En los últimos años se ha popularizado el uso de móviles o relojes inteligentes para realizar pagos, agregando las tarjetas bancarias de los consumidores a sus dispositivos para comprar de manera rápida y segura. Ante el crecimiento de esta forma de pago con tarjeta, dos autónomas han querido ir más allá y han lanzado al mercado el anillo ‘Rikki’, una joya con chip NFC que ofrece otra alternativa a los pagos contactless o «pagos sin contacto».
La principal motivación de sus creadoras, Elena Yorda y Elena Fuenmayor, fue ofrecer una alternativa de pagos más fácil de utilizar, promoviendo a la vez una desconexión digital saludable. “Si bien pagar con el móvil es sencillo, al sacarlo ya te distraes con los mensajes que tienes pendientes. Sin embargo, con el anillo, simplemente acercar el dedo, no hace falta estar expuesto a ninguna distracción extra” explicó Yorda.
El nombre de Rikki surgió al querer encontrar algo “amigable y fácil de recordar”, que reflejara su filosofía y fuera coherente en todos los idiomas. Además, Yorda mencionó la búsqueda por humanizar y hacer más comprensible la tecnología, sin importar su idioma o cultura.
Las emprendedoras buscaron que el anillo represente la combinación ideal entre la simplicidad y la practicidad, puesto que está diseñado para “personas que valoran la tecnología no solo por su utilidad, sino también por su habilidad para adaptarse de forma discreta a nuestro estilo de vida”.
Como muchos autónomos, estas emprendedoras todavía no están cobrando de sus negocios
Para materializar su idea, ambas socias iniciaron el proyecto con el respaldo de pequeños inversores y un desembolso inicial de 100.000 euros y, a medida que avanzaban los primeros meses de desarrollo, el proyecto atrajo un mayor interés y confianza, lo que se tradujo en la atracción de otros 100.000 euros. Este respaldo financiero durante la etapa inicial del proyecto proporcionó los recursos necesarios para impulsar su crecimiento y seguir consolidando su posición en el mercado.
Con solo diez meses en el mercado, Yorda explicó que Rikki se encuentra en una etapa de crecimiento constante y progresivo. Sin embargo, aunque han logrado obtener ingresos, están reinvertiendo todos los beneficios en la empresa para impulsar su expansión. Es por ello que, hasta el momento, las emprendedoras han optado por no recibir un salario, una situación común entre los autónomos en las primeras etapas de sus negocios, yal necesitar los fondos disponibles para pagar los sueldos de las personas que colaboran con ellas, como los community managers, diseñadores y desarrolladores de tecnología.
«Nos hemos propuesto no cobrar un sueldo durante al menos dos años», reveló la emprendedora. Este enfoque estratégico les permite concentrar sus recursos financieros en áreas como el marketing y la publicidad, con el fin de fortalecer su presencia en el mercado y ampliar su equipo de trabajo. Aspiran también a ofrecer nuevos servicios y funcionalidades en el anillo, lo que requerirá una inversión significativa en investigación, desarrollo y promoción.
El riguroso proceso de verificación por parte de Visa y Mastercard para vincular el anillo de pagos
Un aspecto crucial que tuvieron que considerar al lanzar el anillo fue integrarse al sistema bancario, ya que el dispositivo es plenamente compatible con Visa y Mastercard. Para lograr esto, Elena Yorda recuerda haber pasado por un riguroso proceso de verificación con las principales empresas de gestión de pagos a nivel mundial. «La vinculación con las tarjetas de crédito también fue parte fundamental de este proceso», agregó la emprendedora.
Este proceso conlleva costes significativos, dado que está sujeto a estrictos controles y requiere numerosas verificaciones. En Europa, donde la regulación financiera es especialmente rigurosa, este proceso es aún más exigente, pero afirma que “es comprensible, esta regulación es necesaria dada la sensibilidad del tema del dinero”.
La mayoría de los compradores del anillo que permite pagar en los comercios es hombre
Si bien aún no llevan un año operativas en el mercado, las creadoras de Rikki ya han podido formar un público objetivo, con el cual afirman haberse sorprendido. Según sus observaciones, aproximadamente el 70% de las compras provienen de hombres que adquieren el anillo para sí mismos, mientras que el 30% restante corresponde a mujeres que lo compran para su propio uso, para sus parejas e incluso para sus hijos.
Esta tendencia la atribuyen al hecho de que los hombres suelen tener una mayor inclinación hacia los gadgets tecnológicos, y el anillo cumple perfectamente con la expectativa al ofrecer una solución novedosa en este ámbito. Por otro lado, las mujeres muestran un mayor interés hacia el diseño y la estética del producto al momento de realizar la compra.
Las emprendedoras también están vendiendo los anillos como alianzas de boda o regalos de San Valentín
Algo que recalcan las creadoras del anillo es que la venta no se ve condicionada por estacionalidades, ya que “siempre hay personas que necesitan realizar pagos”. Yorda recordó que noviembre y diciembre demostraron ser periodos excelentes en cuanto a ventas, especialmente debido a la temporada navideña.
“Inicialmente, anticipamos una disminución en las ventas después de esta época festiva, sin embargo, nos ha sorprendido observar que no fue así”. Durante el verano, el producto resultó especialmente útil, ya que es cuando las personas suelen acudir a piscinas y playas, y prefieren evitar cargar con sus móviles o billeteras. También han observado un incremento en las ventas durante épocas de bodas, ya que muchas parejas consideran el anillo como una opción moderna y práctica para sus alianzas. Por consiguiente, los meses de mayo y septiembre han sido también destacados en términos de ventas.
Este año 2024 están experimentando su primer San Valentín como empresa y han lanzado ofertas y promociones especiales que se han traducido en compras por parte de clientes.