Además de ser el mejor inversor de todos los tiempos, Warren Buffett es una persona un tanto especial. Se despierta siempre a la misma hora, desayuna McDonald’s a diario, toma caramelos, bebe unas cinco latas de Coca-Cola al día y lee prensa económica e informes financieros.
Es un hombre de costumbres y entre ellas también está la de mantener un flujo de efectivo en Berkshire Hathaway, la empresa con la que opera, de unos 30.000 millones de dólares, unos 27.000 millones de euros.
Pero ahora el efectivo de la compañía ha llegado a un máximo histórico: el total del efectivo de Berkshire Hathaway, incluyendo equivalentes de efectivo e inversiones a corto plazo, sumaba casi 277 mil millones de dólares (casi 250 mil millones de euros) el pasado 30 de junio.
El efectivo de Berkshire Hathaway ha aumentado más del 65% en lo que va de año, lo cual es muy significativo, teniendo en cuenta que ya en 2023 creció más de un 30%.
Esto es algo que no ha ocurrido en 20 años, y es que la última vez que el efectivo de la empresa aumentó un 30% o más en años consecutivos fue en 2003 y 2004.
Lo cierto es que Buffett está algo selectivo, busca invertir más en acciones y quiere que sean muy atractivas. Así que si no lo está haciendo es porque cree que los valores actuales no valen la pena.
El oráculo de Omaha cree que muchas acciones tienen unos precios inflados. El inversor tiene un indicador de valoración favorito, conocido como el indicador de Buffett, que mide la relación entre el valor total del mercado de acciones de Estados Unidos dividido por el PIB y este se encuentra cerca de su máximo histórico.
Este hecho puede ser de lo más revelador. En 2001, Buffett escribió para Fortune: que hace casi dos años (es decir, 1999), este indicador alcanzó un nivel sin precedentes, lo que «debería haber sido una señal de advertencia muy fuerte».
¿Qué toca hacer?
Todos estos acontecimientos dan que pensar si se avecina o no una crisis. Cuando hace 20 años Berkshire aumentó tanto su efectivo, no se colapsó el mercado e incluso subió el S&P 500.
Por otro lado, el indicador de Buffett no es tan fidedigno como lo era entonces, puesto que las innovaciones tecnológicas hacen que sea más difícil evaluar estas situaciones. Y tampoco es que el oráculo de Omaha haya dejado de comprar acciones por completo.
Es indudable que Warren Buffett siempre marca una tendencia; así que siguiendo su ejemplo, en este momento solo tocaría invertir si ves acciones a buen precio de empresas estables o con proyección. Si lo que ves no te convence, es mejor que sigas ampliando el metálico y comprar cuando los precios sean más razonables.
En cualquier caso, recuerda que no debes perder tu foco de tu estrategia a largo plazo, no importa tanto lo que pase en unos meses, debes seguir pensando a futuro. Precisamente ese es el éxito de Buffett, que se mantiene fiel a su mentalidad sin dejarse llevar por la inestabilidad.