Tanto en la vida personal como en los negocios, tomar decisiones es una tarea fundamental. Todos los días debemos decidir qué hacemos, evaluar cuáles serán los efectos de esa acción y pensar cómo podemos implementar las decisiones que hemos tomado.
En el plano empresarial, actuar impulsivamente puede traer consecuencias negativas, por lo que es normal que busquemos racionalizar nuestras acciones con el fin de tener la certeza de hemos elegido correctamente. Es por ello que se vuelve tan importante saber tomar decisiones de forma acertada.
En este artículo queremos compartir contigo qué tipos de tomas de decisión existen y por qué aprender a tomar decisiones en los negocios puede ayudarte a asegurar el éxito de tu organización.
Qué es la toma de decisiones
6 tipos de toma de decisión en una empresa
1. Toma de decisión directiva
Las y los directivos de la empresa son quienes llevan a cabo este tipo de toma de decisión, cuya finalidad es definir el rumbo de un proyecto de negocios o de una estrategia comercial. En este sentido, las decisiones que se dan a este nivel influyen en la constitución general de la organización.
Adquirir un préstamo, lanzar un nuevo producto o abrir una nueva tienda en otro país son algunas tomas de decisión que dependen de la dirección de una empresa. Tal es la importancia de este tipo de decisiones que el 14 % de los directores afirman que pasan más del 70 % de su tiempo solamente tomando decisiones.
2. Toma de decisión gerencial
Las tomas de decisión gerenciales son mucho más específicas que las directivas y se distinguen por estar únicamente enfocadas en la resolución de situaciones propias de su área.
Esto significa que los gerentes de ventas tienen la capacidad de tomar decisiones respecto al departamento comercial; los de finanzas, las que competen al área contable, y los de marketing sobre las estrategias de publicidad. Pero siempre con los objetivos comunes en mente.
3. Toma de decisión individual
Por su parte, las tomas de decisión individual ocurren de manera cotidiana en las empresas y dependen de los criterios personales de cada miembro del equipo. En este caso, las decisiones se toman de forma particular y no dependen de los intereses colectivos.
Estas decisiones son especialmente importantes para las empresas, ya que son las que determinan el trato con los clientes, las ofertas que se otorgan, el desempeño interno de la organización y la productividad de los trabajadores.
4. Toma de decisión financiera
En términos prácticos, podemos hablar de tomas de decisión financieras al referirnos a todas aquellas que influyen en el aspecto económico o contable de una organización.
En este rubro se encuentran las tomas de decisión sobre inversiones, repartimiento de recursos o adquisiciones de deuda. Como puedes imaginar, en este tipo de decisiones es especialmente importante analizar con cuidado los riesgos y equilibrarlos con los beneficios potenciales.
5. Toma de decisión operativa
Complementariamente, podemos hablar de tomas de decisión operativas cuando se decide llevar a cabo una acción que afecta la forma en que se estructura o funciona una empresa. Esto puede ocurrir cuando se contrata nuevo personal, cuando se adquiere un nuevo software de trabajo o cuando se crea una nueva división de departamento.
Estas tomas de decisión generalmente son de larga duración, pues influyen en la vida misma de la empresa.
6. Toma de decisión frente a riesgos
La toma de decisión frente a riesgos es una forma de deliberación que surge de la necesidad de resolver situaciones, conflictos o problemas en lo inmediato. Esto exige que los tomadores de decisión evalúen rápidamente los efectos de una acción y que asuman las responsabilidades de su actuación.
Como puedes imaginar, estas decisiones requieren de un buen manejo de las emociones, de una actitud proactiva y de buenos niveles de resiliencia.
Importancia de la toma de decisiones en una empresa
Este panorama de las tomas de decisión que se dan en una empresa deja ver la relevancia que tienen en los negocios. A fin de cuentas, cada una de las decisiones que se toman, tanto las más pequeñas y personales como las más grandes y en niveles operativos, influyen en el desempeño de una organización y determinan el éxito o el fracaso de los negocios.
Esto significa que cada decisión define el rumbo de las empresas, ya sea en las relaciones comerciales con cada cliente, en el aspecto financiero o en la constitución misma de la organización.
Por todo lo anterior, se vuelve necesario saber cómo tomar decisiones de forma adecuada. En los siguientes apartados veremos qué características debe poseer una buena decisión y cómo puedes tomarla de forma correcta.
5 características de la toma de decisiones
Si bien todos queremos tomar decisiones correctas todo el tiempo, lo cierto es que muchas veces elegimos vías de acción infructuosas. Por ello es tan importante que sepamos qué características tiene una buena toma de decisión. Revisémoslas.
Busca certidumbre
Por definición, toda toma de decisión implica la existencia de alternativas. De otro modo, no existiría un motivo por el cual decidir algo. Esto es cierto incluso cuando hablamos de decisiones «inevitables», ya que en estos casos existen, al menos, dos alternativas: hacer las cosas o no. Por ello, la toma de decisión surge de la existencia de múltiples posibilidades, pero se opta por la que da certidumbre de que un modo de actuar es el apropiado.
Requiere deliberación
Seguramente te estarás preguntando cómo es que se puede llegar a una decisión cuando existen múltiples alternativas. La respuesta está en que al tomar decisiones no lo hacemos de forma azarosa, sino que debe existir un proceso de evaluación de las posibilidades, que considera los riesgos y beneficios de cada una de las opciones. Así, la toma de decisión es más un proceso que un momento concreto.
Depende de un objetivo
Las personas no tomamos decisiones sin motivo alguno. Por el contrario, se toman en función de algo más. Es por este factor que los objetivos (que están detrás de la deliberación) y las conclusiones siempre acompañan el proceso de decidir entre varias opciones. Al final del día, siempre elegimos la alternativa que creemos que nos llevará a la meta que nos hemos trazado.
Son subjetivas
Si bien es común pensar que debemos tomar decisiones con la cabeza fría y de la manera más objetiva posible, lo cierto es que la toma de decisión es un acto influido por la subjetividad de cada individuo. Durante la deliberación siempre entran en juego nuestros conocimientos, experiencia, valores y creencias. Todos estos elementos serán las justificaciones de la decisión que hayamos tomado, que en cada caso serán únicas.
Impulsan a la acción
Por último, las tomas de decisión son el preámbulo para llevar a cabo una acción. Esto se debe a que el objetivo de deliberar y decidir apunta a activar un proceso para cumplir con los objetivos trazados. Si después de tomar una decisión, el acto no se lleva a cabo, sabremos que nuestro proceso falló en algún punto y que nuestra toma de decisión no fue acertada.
Con estas características en mente, es momento de revisar algunos pasos que te ayudarán a tomar decisiones empresariales de forma correcta.
6 pasos para la toma de decisiones organizacionales
1. Comprende el problema
El primer paso para tomar decisiones de forma acertada es evaluar el problema a resolver o la oportunidad que se ha presentado. De otro modo, no sabrás si el curso de acción realmente ayudará a enfrentar el reto. La comprensión del problema incluye la identificación de todas las áreas de oportunidad, así como la investigación sobre cómo suelen resolverse estas situaciones y si se ha presentado alguna en tu misma empresa.
Una vez que lleves a cabo este proceso, contarás no solo con los datos necesarios para comenzar a deliberar, sino con los objetivos generales y específicos que debes resolver mediante la toma de decisión.
2. Establece criterios
Como hemos visto, tomar decisiones no es algo que se deba hacer sin reflexión. Por el contrario, debes tener parámetros que te ayuden a decidir de forma adecuada. Estos pueden ser el tiempo del que dispones para llegar a una conclusión, los riesgos que pueden aceptar, la disponibilidad de recursos y los posibles beneficios que implicaría cada decisión.
Lo mejor es que establezcas una jerarquía de importancia y con base en ella comiences a deliberar. Al tener ordenadas tus prioridades tendrás criterios para saber qué es más urgente, cómo lo puedes solucionar y qué alternativa es ideal para tu empresa.
3. Evalúa las alternativas
En este paso, el pensamiento estratégico será tu mejor aliado. Si ya cuentas con toda la información necesaria sobre el problema y has establecido los criterios para ponderar las alternativas, solo hace falta que compares estos factores con las diferentes opciones disponibles.
Es importante que en este punto consideres todas las ventajas y desventajas que implica cada una de las opciones y que las analices con honestidad. Para hacerlo puedes llevar a cabo un análisis FODA, en el que identifiques qué fortalezas y debilidades tiene cada una de las opciones. Al comparar esto con los parámetros que has definido, sabrás cuál es la mejor decisión.
4. Identifica riesgos
Si bien el análisis de las alternativas te puede dar un buen panorama de las implicaciones que conllevaría cada toma de decisión, lo cierto es que al decidir siempre habrá un factor de incertidumbre. En algunos casos el riesgo de que la estrategia funcione puede ser muy bajo, pero en otros tendrás que confiar en la probabilidad.
Lo más importante es que antes de tomar cualquier decisión analices también los riesgos que implica, tanto si es posible que no se logre el objetivo planteado como si puede afectar tus finanzas o la operatividad de la empresa.
5. Elige la mejor opción
Con estos puntos en mente estarás preparado para tomar una decisión de forma consciente, responsable y segura. Si es posible, puedes incluso elegir más de una opción y combinarlas, o bien mantener un as bajo la manga como plan B. De este modo estarás más preparado para los retos que se te presenten.
En este punto también deberás reconocer las responsabilidades que implica tomar la decisión que hayas elegido y estar preparado para responder ante los inconvenientes o beneficios que surjan de ella.
6. Pon la decisión en práctica
Por último, no queda más que hacer que la decisión se convierta en una realidad. Este es el punto en el que finaliza la toma de decisión y pone en contacto a los responsables de decidir con los responsables de ejecutar (que, en muchos casos, no son las mismas personas).
Por ello, es importante que comuniques tus decisiones al equipo, que delegues las responsabilidades necesarias y que, por último, compruebes que se cumpla la decisión que hayas tomado.
3 ejemplos de toma de decisiones empresariales
Ahora que sabes cómo tomar buenas decisiones para tu negocio, es momento de ver algunos ejemplos de escenarios comunes en los que diferentes tipos de empresas tienen que decidir entre varias alternativas.
1. Ejemplo de toma de decisión financiera en una pyme
Cuando un emprendedor decide comenzar un proyecto de negocios es común que se enfrente con retos financieros para despegar su propia empresa. Esto hace que muchas pymes tengan que solicitar préstamos o adquirir créditos para cubrir los gasto derivados de abrir un local, contratar personal o pagar los trámites gubernamentales.
Hacerlo requiere una toma de decisión consciente, ya que de lo contrario las empresas pueden irse a bancarrota, endeudarse de más y desaparecer. Para lograrlo, el dueño de una pyme debe evaluar las posibilidades de financiamiento: rondas de inversión, préstamos familiares, créditos bancarios o autofinanciamiento.
Si, por ejemplo, para cubrir los gastos autónomamente el emprendedor debe vender su auto, probablemente esta no sea la mejor opción. Si su familia no tiene la disponibilidad económica para prestarle dinero, esta alternativa también será descartada.
En este caso, la toma de decisión se inclinará por adquirir un crédito. Ahora, el dueño debe evaluar las opciones en el mercado financiero para encontrar aquella que le dé el monto que requiere con la menor tasa de interés y con un plazo de pago amplio. Así, la toma de decisión se ajustará a sus recursos, objetivos a futuro y necesidades inmediatas.
2. Ejemplo de toma de decisión operativa en una gran empresa
Supongamos que el departamento de Recursos Humanos de una gran empresa tiene una vacante para un puesto de marketing internacional. Tres candidatos se han destacado en las entrevistas y procesos de evaluación, por lo que la decisión final depende de los siguientes factores:
- El primer candidato tiene el grado de Maestría en Publicidad, pero apenas cuenta con 3 años de experiencia y no habla ningún otro idioma.
- El segundo candidato lleva 10 años ejerciendo la profesión en la misma empresa, pero no habla ningún otro idioma y no cuenta con un título profesional.
- El tercer candidato domina a la perfección el inglés, pero apenas es un egresado universitario y no tiene experiencia en el rubro.
Todos los perfiles ofrecen ventajas para la empresa, pero en este punto se deben tener en cuenta las necesidades del puesto, así como los riegos que conllevaría la contratación de cada candidato. Si siguiéramos una lógica jerárquica, obtendríamos este orden de prioridades:
- Que el candidato domine una lengua extranjera.
- Que el candidato tenga experiencia en el rubro.
- Que el candidato tenga formación profesional.
Dadas estas condiciones, el tercer candidato, a pesar de que no tener experiencia, cumple con dos de los criterios establecidos, además de ser el único que domina en el más importante. Por tanto, la toma de decisión adecuada será proceder a su contratación.
3. Ejemplo de toma de decisión frente a un riesgo de una empresa digital
Además de los riesgos financieros y operativos a los que se someten todas las compañías en el mundo, las empresas digitales son objeto de peligros informáticos que pueden poner en crisis su completa operación. Por ello, las organizaciones que ofrecen servicios y productos digitales deben estar preparadas para tomar decisiones frente a ataques informáticos o fallas en la infraestructura.
Supongamos que una empresa que ofrece almacenamiento en la nube ha detectado una falla en los sistemas de refrigeración de su centro de datos. Esto amerita tomar acciones inmediatas para solucionar el problema.
Una opción es hacer los arreglos necesarios mientras el sistema está en operación, con el fin de evitar la suspensión del servicio. La otra alternativa es apagar el sistema durante algunas horas para resolver la contingencia y evitar que se dañen los datos.
Dado que ambas estrategias están contempladas dentro del manual de procesos, la decisión recae en los responsables del sistema:
- Si no apagan el sistema, existe el riesgo de que una ruptura o un error humano durante la reparación afecten permanentemente el centro de datos, poniendo en riesgo la información de los clientes.
- Si apagan el sistema, los usuarios de la plataforma no podrán acceder a su información y existe el riesgo de que esto genere insatisfacción y una mala imagen de la empresa.
En este punto, la decisión deberá tener en cuenta los riesgos y ponderar las posibles consecuencias y responsabilidades derivadas de la elección de alguna de las alternativas. Debido a que la suspensión del sistema puede generar problemas menos significativos para la empresa y para los usuarios, la toma de decisión adecuada será desactivarlo y, posiblemente, enviar un mensaje ofreciendo disculpas a los usuarios.
Esperamos que estos ejemplos te sirvan para comparar tus propios métodos de toma de decisión y para mejorar la forma en que te enfrentas a los problemas propios de una empresa. Recuerda que existen programas de gestión que te pueden auxiliar en la administración de tus proyectos. De este modo, podrás dar seguimiento oportuno a tus decisiones y crear mejores flujos de trabajo.