De acuerdo con el último Mapa del Emprendimiento, realizado por South Summit y la IE University, el porcentaje de negocios emergentes -es decir, startups tecnológicas- fundados exclusivamente por mujeres pasó del 6% al 8% en 2023. Mientras que, según el Observatorio del Emprendimiento Innovador Femenino, desarrollado para Women Startup Community por la Universidad de Málaga, una de cada cinco empresas emergentes españolas está ya liderado por una emprendedora. Un dato que no es menos relevante que el observado en los datos de afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA): nueve de cada diez nuevos autónomos en el 2023 fueron mujeres.
Y es que, contrariamente a la creencia común de que las fundadoras de startup prosperan mayoritariamente al asociarse con hombres, el Barómetro de Sista y de Boston Consulting Group indica que las emprendedoras españolas demuestran poder alcanzar un gran éxito tanto en solitario como en colaboración con otras mujeres: las empresas emergentes compuestas exclusivamente por mujeres obtuvieron el pasado año en nuestro país una mayor financiación (con una media de seis millones de euros) que la de aquellas otras formadas por equipos mixtos, que se quedaron de media en 4,3 millones; un fenómeno atípico entre los ecosistemas europeos de empresas de nueva creación.
La emprendedora española media es de edad media y cuenta con experiencia laboral previa
El Observatorio del Emprendimiento Innovador Femenino, señala que la emprendedora española media cuenta con amplia experiencia laboral y que decide emprender por dos razones principales: haber detectado una oportunidad interesante a explotar en el mercado (91%) y para conseguir una mayor autonomía (80%).
Y aunque sitúa la media de edad para emprender entre los 36 y 45 años, este estudio deja entrever una distribución bastante uniforme entre las franjas de edad y un ligero aumento de las emprendedoras más jóvenes. De hecho, un 29% de las líderes de negocios emergentes tienen de 25 a 35 años.
El 26% de estas mujeres contaba con una experiencia laboral previa de entre uno y cinco años antes de lanzarse con su startup, seguido de aquellas que contaban con una vida profesional de entre seis y diez años (20%). De hecho, el 64% de las promotoras de empresas emergentes se encontraba trabajando en el momento de iniciar su aventura emprendedora. Y de este porcentaje de mujeres activas, un 15% ocupaba un puesto de alta dirección y un 34% pertenecía a mandos intermedios. Además, un 56% de mujeres reconoce que la actual no es su primera experiencia emprendedora.
El aumento de presencia femenina en los negocios tecnológicos es lento pero constante
No en vano, una de las mayores captaciones de fondos de Europa la protagonizó en España Unavets, una startup fundada por una mujer, con 144 millones de euros. Sea como fuere, queda claro que todavía hay mucho camino por recorrer hacia la igualdad de oportunidades y la eliminación de barreras y de sesgos en este como en otros terrenos. Aunque si bien la proporción de emprendedoras en España sigue siendo inferior a la de los hombres, ha habido un aumento constante en la presencia femenina durante los últimos años..
Con un aspecto muy destacado del perfil medio de las emprendedoras en nuestro país, como es su elevado nivel de formación. Las estadísticas muestran que las mujeres que ponen en marcha sus propios proyectos suelen tener una formación académica más completa que sus contrapartes masculinas. De hecho, un porcentaje significativo de ellas cuenta con un doctorado (el 15%), superando en este aspecto a los hombres (que se quedan en un 13%), y un 73% de las mujeres emprendedoras en España ha completado un máster, frente al 64% de los emprendedores.
Este es uno de los principales motivos por los que las mujeres que emprenden en España están consiguiendo llegar a sectores profesionales que históricamente han estado dominados por hombres. El análisis del mencionado Mapa del Emprendimiento destaca su creciente presencia en campos como agrotech, desarrollo de software o data y analítica, antes considerados exclusivamente masculinos.
Nueve de cada diez nuevos autónomos del RETA durante el pasado año fueron mujeres
Si hablamos en particular del entorno del Régimen Especial Trabajadores Autónomos (RETA), también queda patente un cambio significativo con respecto a la participación de las mujeres en los últimos años, desempeñando un papel cada vez más importante. Sin ir más lejos, según el reciente Informe Mujer Autónoma 2023, elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), nueve de cada diez nuevos trabajadores por cuenta propia durante el pasado año fueron mujeres.
Eso sí, en el cómputo global la relación sigue siendo mayoritariamente masculina, aproximadamente del doble, aunque el porcentaje se va equilibrando cada año. A pesar de todo, en términos de crecimiento a largo plazo, las cifras son importantes. Durante la última década, el número de mujeres autónomas en España ha experimentado un aumento constante, con un crecimiento del 15,4%, en comparación con el 6,2% registrado entre los hombres.
Aun con estos avances, lo cierto es que persisten desafíos importantes para las autónomas nuestro país. Siendo una de las barreras más destacadas la brecha de género en términos de representación y estabilidad laboral. Además, la distribución sectorial muestra diferencias significativas, con las mujeres autónomas concentrándose en sectores como el comercio y las actividades profesionales. Otro aspecto relevante lo encontramos en la conciliación entre el trabajo y la vida familiar. Si bien muchas mujeres optan por ser autónomas para conseguir mayor flexibilidad laboral, la gestión de la maternidad y el reparto de responsabilidades en la atención de los hijos sigue siendo un desafío para muchas de ellas.
El impacto de la tecnología es elevado en el emprendimiento femenino
El papel predominante de la tecnología en la era digital en la que vivimos define el desarrollo y la expansión de los negocios, y el emprendimiento femenino no es una excepción. En España, las mujeres emprendedoras están aprovechando las herramientas tecnológicas para impulsar sus empresas y competir en un mercado cada vez más globalizado y digitalizado. Según el Observatorio de Digitalización 2024 de la compañía GoDaddy, el 85% de las emprendedoras de nuestro país reconoce la importancia de la tecnología para sus negocios.
Esta percepción positiva se refleja en su disposición a adoptar nuevas herramientas y soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia, la productividad y la competitividad de sus empresas. No sólo eso, la tecnología está democratizando el acceso a recursos y oportunidades para las mujeres emprendedoras. Por un lado, dicho estudio demuestra que la tecnología les está permitiendo diversificar sus fuentes de ingresos y explorar nuevas oportunidades de negocio, desde el desarrollo de aplicaciones móviles hasta la creación de contenidos. A lo que se suma el uso de las redes sociales y el comercio electrónico para la promoción de sus productos y servicios.
Por otro, la digitalización también está facilitando la colaboración y el intercambio de conocimientos entre emprendedoras. A través de comunidades en línea, grupos de redes sociales y plataformas de aprendizaje online, aquellas que han optado por el camino del emprendimiento se conectan entre sí, compartiendo experiencias y consejos y apoyándose mutuamente.