A Warren Buffett no le gusta ‘Succession’: dona más de 1.000 millones a fundaciones benéficas

A Warren Buffett no le gusta ‘Succession’: dona más de 1.000 millones a fundaciones benéficas

Warren Buffett podría haber tomado buena nota de Succession.

La multipremiada ficción televisiva de HBO reflejó durante varias temporadas los tejemanejes de un grupo de hermanos, hijos de un multimillonario que en ocasiones se parecía demasiado a Rupert Murdochque estaban ansiosos por hacerse con el control de la fortuna de su padre.

Más allá de las concesiones narrativas que se tomaba la serie, Succession fue aplaudida por haber conseguido explicar correctamente muchas facetas del estilo de vida de los superricos, desde su forma de vestir hasta su búsqueda de la vida eterna.

Habría que preguntarle al conocido como oráculo de Omaha si disfrutó viendo los entresijos de la familia Roy, pero de momento habrá que conformarse con la carta que ha publicado el famoso inversor y CEO de Berkshire Hathaway este lunes, en la que se ha mostrado abiertamente en contra de las dinastías familiares.

Como han informado desde CNBC, Buffett ha aprovechado la publicación de esta extensa misiva para nombrar a 3 fideicomisarios independientes que supervisen la actividad filantrópica que se debería llevar a cabo con su inmensa fortuna una vez que sus hijos ya no estén en facultades de desempeñar dicha labor.

Además, el inversor ha anunciado que va a donar otros 1.100 millones de dólares (1.050 millones de euros al tipo de cambio actual) en concepto de acciones de Berkshire Hathaway a las 4 fundaciones benéficas que posee su familia: The Sherwood Foundation, The Howard G. Buffett Foundation y NoVo Foundation.

«Nunca he deseado crear una dinastía ni seguir ningún plan que se extendiese más allá de los hijos», ha explicado Buffett este lunes. «Conozco bien a los tres y confío plenamente en ellos. Las generaciones venideras son harina de otro costal. ¿Quién puede prever las prioridades, la inteligencia y la fidelidad de las generaciones futuras para hacer frente a la distribución de una riqueza extraordinaria en medio de lo que puede ser un panorama filantrópico muy diferente?».

Según ha recogido el medio económico estadounidense, en la actualidad este inversor de 94 años posee el 37,6% de las acciones de clase A de Berkshire, un conglomerado empresarial con sede en Omaha (Nebraska, Estados Unidos) que ha dirigido desde 1965.

Buffett ha asegurado en su carta que los activos financieros que ha reunido a lo largo de toda su vida pueden tardar más en distribuirse de lo que van a vivir sus hijos (de 71, 69 y 66 años), por lo que habría tomado la decisión de nombrar a 3 fideicomisarios que puedan suceder en un momento dado a sus hijos en las labores de reparto de su patrimonio.

Cabe recordar aquí que, junto a Melinda French Gates y Bill Gates (multimillonario con el que Buffett comparte especial afinidad), el oráculo de Omaha fue el creador en el año 2010 del Giving Pledge, una iniciativa benéfica por medio de la cual 40 de las personas más ricas de EEUU se comprometieron en su día a destinar la mayor parte de su fortuna a resolver algunos de los problemas más acuciantes de la sociedad mundial.

«Se han designado 3 posibles fideicomisarios sucesores. Cada uno de ellos es bien conocido por mis hijos y tiene sentido para todos nosotros. También son algo más jóvenes», continuaba el escrito de Buffett. «Pero estos sucesores están en lista de espera. Espero que Susie, Howie y Peter distribuyan ellos mismos todos mis activos».

Tal y como se ha recordado desde Business Insider, el famoso inversor lleva haciendo donaciones anuales a las 4 fundaciones benéficas que posee su familia desde el año 2006. El propio Buffet ha señalado que, desde entonces, ha desarrollado una fuerte confianza en la capacidad de gestión y la ambición filantrópica de sus hijos.

«El periodo 2006-2024 me dio la oportunidad de ver a cada uno de mis hijos en acción y han aprendido mucho sobre la filantropía a gran escala y el comportamiento humano», ha concretado. «Les gusta estar cómodos económicamente, pero no les preocupa la riqueza. Su madre, de quien aprendieron estos valores, estaría muy orgullosa de ellos. Y yo también».

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