Dificultades para abrir un negocio en 2025 según el Observatorio del Emprendimiento de España
Cada vez más españoles se lanzan a la aventura de crear un negocio. Según el Informe GEM España 2023-2024, el 13,5% de la población adulta participa en iniciativas emprendedoras, encadenando tres años consecutivos de crecimiento. En este contexto no es extraño que el número de autónomos haya crecido en los últimos años superando los 3,3 millones de autoempleados. Sin embargo, tras celebrar el día mundial del emprendimiento ayer 16 de abril, los obstáculos estructurales, burocráticos y culturales siguen limitando el potencial de quienes buscan crear su propia empresa.
Las administraciones continúan siendo una de las principales trabas para emprender
El Informe del Observatorio del Emprendimiento de España destaca que el apoyo de las administraciones públicas es una de las condiciones peor valoradas del entorno emprendedor, con una percepción especialmente negativa entre las mujeres. Crear una empresa requiere, en promedio, 13 días y un coste mínimo de 3.000 euros para constituir una sociedad limitada, lo que sitúa a España por detrás de países como Reino Unido o Alemania en facilidad para hacer negocios, según el ranking Doing Business del Banco Mundial. En esta clasificación, nuestro país ocupa el puesto 30 de 190 países analizados, y se observan notables diferencias regionales: iniciar un negocio es más sencillo en lugares como Logroño o Madrid, mientras que en ciudades como Vigo se convierte en una verdadera carrera de obstáculos.
Los trámites administrativos, las normativas complejas y la falta de coordinación entre administraciones generan frustración. Aunque programas como España Emprende de las Cámaras de Comercio ofrecen asesoramiento, la ausencia de procesos unificados sigue siendo un cuello de botella en 2025.
La mayoría de los emprendedores deben tirar de ahorros para iniciar una actividad
Según el Informe GEM, el 63,6% de los proyectos emprendedores en España se financian con ahorros personales, mientras que solo el 14,7% proviene de préstamos bancarios y el 8,5% de familiares o amigos. La escasez de instrumentos financieros, especialmente para startups en etapas de crecimiento, limita su capacidad de expansión.
En 2025, iniciativas como los préstamos de ENISA o los Fondos NextGenerationEU brindan cierto alivio, pero resultan insuficientes. Los emprendedores de entornos desfavorecidos, particularmente los jóvenes, enfrentan mayores dificultades: el 94% no logra impulsar un negocio por falta de recursos económicos, según la Fundación Nantik Lum. Esta dependencia del capital propio y la reticencia de los bancos a financiar proyectos innovadores perpetúan un círculo vicioso que frena las ideas más prometedoras.
Persiste una percepción social negativa sobre los empresarios
La cultura emprendedora en España está marcada por el temor al fracaso, un obstáculo psicológico que afecta al 60% de los jóvenes, según el Programa de Mentoring Youth Business Spain (YBS). El Informe GEM confirma que este temor es más pronunciado entre las mujeres, con seis de cada nueve emprendedoras iniciando proyectos sin percibir oportunidades claras y tres de cada ocho expresando dudas que limitan sus expectativas. A diferencia de entornos como Silicon Valley, donde el fracaso se valora como experiencia, en España sigue siendo un estigma.
Este desafío cultural se agrava por la percepción social negativa hacia los empresarios. Un estudio reciente de Funcas revela que el 49% de ellos considera que su imagen social ha empeorado en los últimos cinco años, atribuyéndolo a un discurso público que los estigmatiza como actores poco éticos o desconectados de la sociedad. Esta visión, que contrasta con su papel como generadores de empleo y riqueza, desincentiva el emprendimiento y refuerza el rechazo social.
Además, la falta de formación en habilidades emprendedoras persiste como barrera. Aunque el Informe GEM indica que la percepción de competencias para emprender ha mejorado, solo el 40% de los jóvenes cree tener los conocimientos necesarios para iniciar un negocio.
La elevada presión fiscal constituye otra traba significativa
Según el informe de Gad3 y la CEOE «El Emprendimiento en España», el 87% de los emprendedores señala los impuestos como el principal obstáculo para desarrollar su actividad, seguidos por los trámites burocráticos (77%).
Aunque en 2025 la tarifa plana para nuevos autónomos sigue siendo una ayuda valiosa, el incremento del salario mínimo y de las cotizaciones a la Seguridad Social aumenta la presión sobre los empresarios que contratan empleados, especialmente para autónomos y pequeñas empresas. GEM España 2023-2024 también apunta a la complejidad normativa como factor limitante, con más de 120.000 páginas de producción normativa, según el Foto Regulación Inteligente. Esta maraña normativa eleva los costes de cumplimiento y desanima a quienes consideran emprender.
Las propuestas para un futuro más emprendedor
Pese a los desafíos, el ecosistema emprendedor español muestra signos de dinamismo. El Informe GEM España 2023-2024 señala que las tasas de emprendimiento entre poblaciones inmigrantes y personas con discapacidad superan la media nacional, y la innovación en sectores como la tecnología y la sostenibilidad está en auge. Para desbloquear el potencial del emprendimiento en 2025, se proponen las siguientes medidas:
- Simplificación burocrática: Implementar una ventanilla única digital que centralice trámites y reduzca los tiempos de constitución de empresas.
- Mayor acceso a financiación: Ampliar incentivos fiscales para inversores privados y reforzar fondos público-privados, como los propuestos por la Fundación Iniciador.
- Educación emprendedora: Integrar asignaturas de emprendimiento en todos los niveles educativos, fomentando habilidades como la resolución de problemas y la adaptabilidad.
- Cultura del riesgo y mejora de la imagen social: Lanzar campañas públicas que normalicen el fracaso como parte del aprendizaje emprendedor y promuevan una visión positiva de los empresarios como motores de la economía.
- Alivio fiscal: Reducir las cargas fiscales y sociales para nuevos autónomos y pymes durante los primeros años, permitiéndoles consolidarse.
Aunque emprender en España sigue siendo una carrera de obstáculos, también representa una oportunidad para transformar la economía y la sociedad. Los autónomos y empresarios son el motor del crecimiento, y su éxito depende de un ecosistema que facilite su camino. A pesar de las dificultades, el interés por iniciar proyectos empresariales no deja de crecer, y las medidas del Observatorio del Emprendimiento de España podrían mejorar significativamente las condiciones para que los emprendedores prosperen.
