Kleenex se anticipa a tus lloreras en el cine para que tengas siempre pañuelos a mano

Algunas películas nos hacen reír a mandíbula batiente, otras nos provocan escalofríos y hay asimismo largometrajes que nos desgastan totalmente en el plano emocional y nos hacen llorar a mares. Para ayudarnos a bregar con semejante montaña rusa emocional, Kleenex se ha aliado con IMDb, la famosa base de datos de películas, para lanzar una colaboración tan inesperada como brillante.

El producto de tan singular colaboración, que lleva la rúbrica de la agencia VML, es «The Kleenex Score», un sistema único de puntuación que evalúa la probabilidad de que una película en particular nos haga gimotear como si no hubiera mañana para que, si decimos contemplarla (aun a riesgo de que nos parta el corazón), tengamos siempre una caja de pañuelos a mano.

«The Kleenex Score» ha visto la luz poco antes de la celebración de los Oscar para que los cinéfilos puedan adelantarse a eventuales llantinas provocadas por filmes que quizás deciden ver sin conocer su verdadero voltaje emocional (y sin estar convenientemente avituallados de pañuelos de papel).

En «The Kleenex Score» se abren paso un puñado de películas pródigas en emoción que en algunas (o en muchas) de sus escenas son susceptibles de estimular las glándulas lagrimales del espectador y convertirlas en ríos desbordados de lágrimas. Las cintas allí recogidas son puntuadas en una escala de 1 a 5 en las que las tradicionales estrellas son reemplazadas por lágrimas para que el espectador pueda saber por anticipado a lo que se atiene si decide zambullirse en su metraje.

Desde «The Kleenex Score» los cinéfilos pueden además desbloquear ofertas especiales para comprar cajas de pañuelos de papel a través de Amazon, lo cual hace la experiencia aún más inmersiva.

En las redes sociales la campaña alumbrada al alimón por Kleenex e IMDb ha generado en términos generales mucho entusiasmo y muchos usuarios subrayan que les habría gustado poder consultar «The Kleenex Score» antes de asistir al lacrimógeno visionado de largometrajes como Titanic o Robot salvaje.

Con tan singular campaña Kleenex vincula con acierto sus famosos pañuelos de papel con las emociones (transmutadas en lágrimas) que es capaz de provocar el cine en el espectador.

El año pasado Klennex celebró su 100º aniversario y para conmemorar tan insigne efeméride se pertrechó de una nueva identidad de marca que llevaba la rúbrica de la agencia de branding Turner Duckworth y que salió del cascarón para revestir su imagen de la consistencia que le había faltado hasta ahora a la subsidiaria de Kimberly-Clark en los múltiples mercados en los que opera