No trabajes para quien te teme

Vas a una entrevista. Te sientas. Sonríes. Te hacen preguntas de manual y tú respondes con la seguridad de alguien que ha pasado por esto cien veces. Todo va bien.
Hasta que el entrevistador pone cara de circunstancia, baja la voz y suelta la frasecita mágica:
—Estamos muy impresionados con tu perfil, pero… creemos que estás sobrecualificado para este puesto.
Ahí está. El clásico. El «te descarto sin que se note mucho».
La excusa que parece un halago, pero en realidad es un portazo en la cara.
¿Qué significa realmente «estás sobrecualificado»?
No te engañes. No es que sepan más que tú. No es que el puesto sea «demasiado fácil» para alguien con tu experiencia. No es que tengan miedo de que te aburras y te vayas.
Es que les das miedo.
🔹 Miedo a que se note que son mediocres.
🔹 Miedo a que pongas en evidencia lo que no saben.
🔹 Miedo a que, si entras, les pases por encima en seis meses.
Porque en muchas empresas no buscan a los mejores. Buscan a los que no les hagan sombra.
La inseguridad del jefe mediocre
Si el que te entrevista sabe lo que hace, verá en ti un activo, no una amenaza.
Si el que te entrevista es un mindundi con complejo de inferioridad, te descartará en cuanto vea que sabes más que él.
¿La solución más cómoda? Decirte que «estás sobrecualificado» y cerrar el tema ahí.
Porque si dijeran la verdad, sonaría peor:
—Mira, nos encantaría tenerte, pero nos aterra que, en cuanto veas cómo hacemos las cosas, te des cuenta de que aquí estamos improvisando cada día.
—Uf, es que si vienes, la mitad del equipo quedará en ridículo y no queremos cambiar nada.
—Honestamente, si te contrato, en tres meses serías mi jefe y eso no me conviene.
Así que lo maquillan con la excusa de la «sobrecualificación».
¿Qué hacer cuando te sueltan esa excusa?
Primero, entender que no es tu culpa. No tienes que sentirte mal por tener experiencia. El problema lo tienen ellos, no tú.
Segundo, valorar si te interesa insistir o salir de ahí corriendo.
Si quieres el puesto, puedes desmontar la excusa con algo así:
👉 «Me interesa este trabajo porque valoro el impacto más que el título o la posición. Sé que mi experiencia puede aportar muchísimo y estoy buscando un reto donde pueda sumar.»
Si ves que insisten, da igual lo que digas. Ya han tomado la decisión.
Ahí lo mejor es irse con una sonrisa y darles las gracias por no meterte en un sitio donde tendrías que trabajar rodeado de inseguros.
Conclusión: No trabajes para quien te teme
Si te dicen que estás sobrecualificado, siéntete halagado. Significa que estás en otro nivel.
Y cuando estás en otro nivel, tienes que rodearte de gente que valore lo que aportas, no de jefecillos asustados que solo buscan empleados sumisos.
Si te cierran una puerta, mejor. No te metas donde no te quieren.
Sigue buscando donde te necesiten, te respeten y te dejen brillar.
Porque si algo es seguro, es que la mediocridad nunca ha construido nada grande.