A medida que la sociedad evoluciona, es natural que las empresas tengan que hacerlo igualmente con ella. Actualmente, la llamada generación Z ha provocado una serie de cambios en el mundo laboral que, aunque se han ido introduciendo poco a poco, prácticamente sin hacer ruido, han transformado costumbres que hasta hace no mucho parecían innegociables.
Estas innovaciones pueden estar directamente relacionadas con un objetivo a veces complejo: atraer y conservar el talento joven. Pero otras tienen una explicación mucho más práctica: realmente resultan más productivas para las compañías de lo que se hubiese supuesto.
Una mayor flexibilidad (y el teletrabajo)
Muchas empresas no han tenido más remedio que ceder y abrazar el teletrabajo o, al menos, apostar por una mayor flexibilidad en general. En parte gracias a la influencia de la generación Z, que valora más que nunca una mayor libertad en los horarios y el lugar desde el que trabajar.
Sin embargo, no es la única razón. Muchos expertos no solo consideran que el teletrabajo mantiene la misma productividad que ir a la oficina, sino que igualmente presenta pronunciadas ventajas de cara a las empresas. En cualquiera caso, un mayor equilibrio entre la vida personal y la laboral parece cada vez más innegociable, y las semanas laborales de 4 días parecen el siguiente paso.
Un crecimiento continúo
Si hay algo que también tiende a caracterizar a la llamada generación Z (jóvenes nacidos entre mediados de los 90 y 2010) es su mentalidad de aprendizaje continuo. Es decir, un interés enorme por buscar oportunidades para desarrollar sus habilidades y conocimientos constantemente.
Por eso, muchos entornos laborales se esfuerzan en fomentar el crecimiento profesional y personal. La alternativa está clara: muchos jóvenes están dispuestos a cambiar de empleo si sienten que no están aprendiendo o creciendo lo suficiente en su puesto actual.
Otra forma de vestir
Hasta hace no demasiado, la mayoría de la gente se veía obligada a dividir su armario en dos: la ropa normal y la que usaba para ir al trabajo. Hoy en día, y en parte gracias a las costumbres de los más jóvenes, eso ha cambiado.
La generación Z tiende casi siempre a usar un estilo de vestir más informal, sobre todo si se comparara con generaciones anteriores. La explicación es sencilla: anteponen comodidad y consideran que de esta forma tienden a ser más personales, genuinos. Es algo especialmente notorio en ambientes creativos o tecnológicos.
La tecnología, siempre presente
Si ya tienes una edad, posiblemente recuerdes cuando era prácticamente impensable escuchar música o estar con el teléfono en tu puesto de trabajo.
Hoy en día, por el contrario, trabajar no suele estar reñido no solo con tener los auriculares puestos o el móvil encima de la mesa, sino que incluso es frecuente aprovechar la tecnología para actualizar las redes sociales mientras o responder a correos personales en horas de trabajo.