Las redes sociales, que otrora llenaban sus arcas hasta la bandera con la publicidad, parecen haber dejado atrás la época de vacas gordas. Así lo atestiguan los últimas y preocupantes cifras de empresas como MetaTwitter o Snap. Sin embargo, hay una plataforma que sigue refulgiendo con fuerza en la galaxia 2.0. Nos referimos a TikTok, cuyos ingresos publicitarios continúan creciendo de manera absolutamente meteórica (como si fueran completamente inmunes a la crisis que azota a otras redes sociales).

TikTok finiquitará presumiblemente 2022 con unos ingresos publicitarios de 10.000 millones de dólares, de acuerdo con las cifras barajadas por Insider Intelligence. Y sus cifras de crecimiento dejarán atrás a las de sus rivales, si bien su negocio publicitario es aún bastante modesto si lo comparamos con el de Meta, la matriz de Facebook e Instagram.

No resulta por ello en modo alguno sorprendente que redes sociales como Meta, Snap y también YouTube contemplen a TikTok como su gran rival a batir (máxime cuando la red social oriunda de China está a todas luces pegando mordiscos a su propio negocio).

Aunque TikTok tiene que bregar con sus propios problemas (emparentados sobre todo y ante todo con la privacidad, la calidad del contenido y el tráfico de bots), lo cierto es que los anunciantes siguen invirtiendo de manera masiva en una red social que para las marcas es una fenomenal puerta de acceso a los consumidores más jóvenes.



En TikTok los anuncios no parecen publicidad y se integran de manera natural en el «feed»

TikTok cuenta además con la ventaja de que sus usuarios parecen incapaces de apartar la mirada de la filial de ByteDance, que se las ingenia para hurtar muchísimo tiempo a quienes osan zambullirse allí. Los usuarios de TikTok invierten en la red social una media de 96 minutos a día, cinco veces más que en Snapchat, el triple que en Twitter y el doble que en Facebook e Instagram, según un informe de Sensor Tower.

Prueba del irresistible poderío publicitario de TikTok es una campaña emprendida recientemente por Tiffany en esta red social. La prestigiosa firma de joyería publicó inicialmente en Instagram un anuncio de un minuto de duración protagonizado por Beyoncé. El vídeo atrajo en la filial de Meta 1,6 millones de visitas, una cifra abultada que se quedó, no obstante, minúscula en comparación con las cifras arrojadas por un vídeo publicado posteriormente por Tiffany en TikTok. El vídeo de marras, que protagonizaba la influencer Kate Bartlett, logró 5,2 millones de reproducciones.

En TikTok los anuncios se abren paso en el «feed» de manera orgánica y son a veces difícilmente distinguibles de los contenidos no patrocinados. Además, la red social anima a las marcas a colgarse del brazo de sus creadores de contenido para que sus anuncios se ajusten como un guante al «look & feel» de TikTok y no desentonen, por ende, en el «feed».

A fin de cortejar a más anunciantes, a los que parece tener definitivamente en el bote, TikTok está integrando también herramientas de comercio electrónico en sus dominios y está mejorando ostensiblemente las posibilidades de segmentación de su publicidad.

Esther Lastra

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