Los empresarios quieren que sus trabajadores sepan utilizar la inteligencia artificial.
Desde que ChatGPT irrumpiera en internet el año pasado, la omnipresencia de la IA se ha convertido en una auténtica moda cultural y en una poderosa herramienta de trabajo. Los mercados financieros también se han dado cuenta, y las menciones a la IA en las conferencias sobre resultados han aumentado un 366% entre el primer y el segundo trimestre de este año, según un estudio de WallStreetZen.
Karin Kimbrough, economista jefe de LinkedIn, afirmó el pasado lunes en una charla informal que no existe mucho talento laboral que se considere competente en IA.
«No es que los empleadores quieran que todo el mundo se convierta en un experto en IA», señaló Kimbrough durante el evento. «Simplemente quieren que la gente se convierta en conocedora de la IA».
Kimbrough asegura a Business Insider en una entrevista que la alfabetización en IA significa «la capacidad de hacer uso de herramientas que te ayuden a hacer mejor tu trabajo.»
Eso podría significar «deshacerse de algunas de las tareas rutinarias que le impiden hacer un trabajo más interesante», dice, o podría significar el uso de IA generativa para ayudar a resumir la información. También podría significar entender cuándo debe entrar en juego el juicio humano, añade.
Masayoshi Son, consejero delegado de SoftBank, ha declarado recientemente que las empresas han de apostar por la tecnología o se arriesgan a quedar rezagadas.
En este sentido, Sinclair Schuller, cofundador de Nuvalence, una consultora que utiliza IA generativa, afirma que esta tecnología incipiente se encuentra en la vía rápida para su adopción generalizada en el entorno laboral. Los responsables de contratación y los jefes de todos los sectores, comenta a Business Insider, pronto esperarán que los empleados la adopten.
«En resumen, tener una mentalidad centrada en la IA —considerándola como un factor colaborador y contratando y formando en consecuencia— es la clave para obtener el máximo valor de estas herramientas», afirma Schuller.
Pero a pesar de que las empresas se están apresurando a adoptar herramientas de IA, existe una profunda preocupación por el impacto que la IA pueda tener en la sociedad. Según un análisis del Pew Research Center, el 52% de los adultos estadounidenses se sienten «más preocupados que entusiasmados por el creciente uso de la inteligencia artificial», según una encuesta realizada el pasado verano.
Otra encuesta realizada por el Pew en 2022 muestra resultados contradictorios entre los trabajadores estadounidenses sobre si creen que la IA les ayudará o les perjudicará en el ámbito laboral en los próximos 20 años.
«Creo que el mayor cambio para la gente a la hora de pensar en el impacto de la IA generativa en los puestos de trabajo, en comparación con el resto de IA que existe, es que son principalmente las personas que pensaban que sus puestos de trabajo estaban más a salvo de la IA las que están más ansiosas hoy que nunca», explica a Business Insider Chris Hyams, director ejecutivo de Indeed.
En el último año, el mercado laboral estadounidense, por ejemplo, se ha mantenido sorprendentemente resistente en medio de las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal. El desempleo se mantuvo estable en el 3,8% en septiembre, y en agosto todavía había alrededor de 1,5 vacantes por desempleado.
Hyams señala que los empleos en los que no es necesaria la interacción cara a cara o en los que el trabajador no tiene que realizar mucha actividad física, por ejemplo, son aquellos en los que la inteligencia artificial y, especialmente, la IA generativa son «capaces de realizar una mayor parte del trabajo que se hace ahora mismo».
Y aclara que esto no quiere decir que estos trabajos tengan necesariamente más probabilidades de desaparecer, sino que podrían ser susceptibles de grandes cambios.
«Imagina tener acceso ilimitado y bajo demanda a conocimientos empresariales casi infinitos», añade Schuller. «Tu equipo podría utilizarlo para cualquier cosa, desde la automatización de tareas mundanas hasta la racionalización de procesos, pasando por el desarrollo de nuevos conocimientos inteligentes. Utilizada de la forma adecuada, la IA podría permitir a una empresa de 500 personas alcanzar el rendimiento de 1000 empleados».