Numerosas empresas han recurrido al crowdfunding como fuente de financiación alternativa. Dentro del crowdfunding (Ley 5/2015, de 27 de abril, de Fomento de la Financiación Empresarial, arts. 46-96) hay tres tipos. El crowdequity, por el que los inversores reciben, a cambio de sus aportaciones, participaciones o acciones de la empresa a la que financian. El crowdlending, donde los inversores financian a las empresas, a través de préstamos, a cambio de un tipo de interés. Dentro de este grupo también están aquellas que intermedian en la financiación de empresas, mediante el descuento de facturas y pagarés. Y en tercer lugar están las plataformas de recompensa o donación, donde los particulares reciben, a cambio de sus aportaciones, una recompensa en forma de producto o experiencia.

1. Glassy. En dos horas captó 348.100€, superando el objetivo de 280.000

“Teniendo en cuenta que somos una hardware startup, conseguir financiación es más complicado de lo normal, con lo que las plataformas de crowdequity son una muy buena alternativa. Nuestras necesidades de inversión son mayores que en un marketplace ecommerce en las etapas iniciales, así que tienes que crear un camino para financiarte que no es el habitual y donde el encaje con estas plataformas es total”, sostenía en Emprendedores Mikel Alonso, quien fuera CEO de Glassy.

“Analizamos plataformas de España, EEUU, Francia y Reino Unido. Hablamos con varias, pasamos el due diligence de una y, finalmente, nos decantamos por Startupxplore en España. Primero, porque conozco muy bien a Javier Megias, su fundador, que además me aseguró que un proyecto como Glassy no tendría problemas en cerrar la campaña rápido; lo que no esperábamos es que se cerrase en dos horas, gracias a 22 inversores, cuando habíamos estimado 2-3 semanas. También porque vimos que todos los proyectos anteriores habían conseguido el dinero que buscaban y los comentarios que recibimos habían sido muy positivos. Además, la mayor parte de nuestros inversores está en España, lo que facilita conseguir la tracción inicial que necesitas para lanzar una campaña de este tipo. El proceso fue rápido, porque gran parte de la documentación ya la teníamos preparada al haber tanteado otras plataformas. Aportamos la presentación, el plan financiero, métricas, escrituras, certificados de estar al corriente con la seguridad social y Hacienda y otros documentos legales. Completamos una guía para los inversores e información sobre el inversor de referencia, Aggeris Venture Capital”.

En su momento, esta startup se convirtió en un ejemplo de caso de éxito con esta vía de financiación alternativa.

2. Wave. Más de 900.000 euros a cambio del 5,97% de la empresa

“Teníamos mucho potencial para seguir creciendo y necesitábamos invertir en el producto desarrollando una nueva versión, con nuevas funcionalidades y una tecnología superior, más precisa y rápida que en las versiones anteriores, y también en equipo humano”, argumentaba Luis Gelado, socio fundador de Wave, los motivos por los que iniciaron una campaña de crowdequity con la plataforma Crowdcube. Captaron 917.249 euros gracias a las aportaciones de 651 inversores a cambio del 5,97% de la empresa.

Gran visibilidad

“Estas campañas también ofrecen una gran visibilidad ante los inversores y la comunidad de usuarios –explica Gelado–. Por eso, nos decantamos por el crowdfunding, dejando para rondas posteriores a inversores institucionales. evaluamos diferentes plataformas, pero nos apetecía mucho ser la primera startup española en hacerlo por Crowdcube Reino Unido. Las condiciones que nos ofrecieron fueron excepcionales y el trato y la ayuda, inmejorables. Al final, es necesario que haya una gran compenetración entre la empresa y la plataforma, ya que durante tres meses ambas partes forman un mismo equipo”.

El proceso no es muy complicado, recuerda Gelado: “Nos registramos en la plataforma para pasar el primer filtro del proceso, que es el más difícil. Cuando nos aceptaron , creamos una página de empresa en la que subimos toda la información relativa a Wave, al equipo que lo formaba, al plan de negocio y a nuestros planes de futuro inmediatos. Este proceso cuenta además con un profundo proceso de due diligence que busca minimizar los riesgos del inversor. Esta fase la lleva a cabo el equipo de Crowdcube y no tiene un coste directo, porque está dentro del success fee (cuota de éxito). Después, publicamos nuestra ronda de financiación, que alargamos unos días más debido al éxito que estábamos teniendo. Al finalizar la ronda, seguimos el proceso habitual de ampliación de capital de cualquier ente societario. La plataforma se lleva una comisión de éxito sobre el importe de la ronda”.

3. Cebiotex. 600.000 euros en dos rondas, gracias a 125 inversores

“Necesitábamos 1,3 millones de euros de equity. Cuando salimos a buscarlo en el mercado convencional y explicábamos que nos centramos en oncología pediátrica nos rechazaban, porque consideran que las enfermedades raras como el cáncer infantil no son un mercado para ellos. Es un tema puramente de ratio financiero que no tiene sentido alguno”, afirma Joan Bertran, cofundador y CEO de Cebiotex.

“A través de la fundación Ship2b, que se dedica al fomento de las inversiones de impacto social, conocí la plataforma Capital Cell. Redactamos el proyecto como si acudiéramos a una ronda de capital riesgo. Capital Cell nos lo validó. Pusimos la documentación en la plataforma y empezamos a comunicar la campaña. Nos ayudaron mucho tanto desde el Hospital Sant Joan de Deu, de la Universitat Politècnica de Catalunya, del Parc Científic, de Ship2b, de Capital Cell… además, desarrollamos una campaña paralela en prensa e internet. Hicimos una primera ronda en abril de 2016 y en 11 días cubrimos 300.000 euros. Y como había mucha gente que quería invertir hicimos otra ronda de otros 300.000. Estos 600.000 fueron el detonante para conseguir después los 700.000 restantes a través de un family office y del venture capital Inveready. El crowdfunding nos ayudó a sensibilizar a los inversores. Estoy seguro que sin estas campañas no hubiéramos logrado el resto de la financiación”.

4. KMINA. Casi 22.000 euros gracias a 300 mecenas

“Para sacar las muletas KMINA al mercado, necesitábamos una inversión elevada. Son un cambio radical en el diseño. Para que las muletas no causen dolor en las manos, requieren piezas completamente nuevas. Y para poder fabricarlas necesitábamos una inversión de casi 100.000 euros en moldes”, explica Ignacio Mañero, cofundador junto a Alejandro Vañó y Jaime Usabiaga.

“Nuestro objetivo era recaudar parte de la inversión necesaria, unos 20.000 euros, mediante crowdfunding de producto. Lo enfocamos como una especie de preventa, en la que los usuarios de muletas podían financiar el proyecto a cambio de una muleta KMINA en el futuro. Esta opción nos daba la posibilidad de validar la necesidad que habíamos detectado en el mercado de muletas antes de realizar la inversión, bajando considerablemente el riesgo a la hora de meternos en esta aventura”, continúa Mañero.

La plataforma elegida fue Kickstarter, “porque entendíamos que cubríamos una necesidad global, ya que el dolor en manos y muñecas al caminar con muletas es algo universal, da igual que vivas en España o en Estados Unidos. Y Kickstarter es la plataforma de crowdfunding de producto más reconocida a nivel internacional. Partíamos de cero, sin ningún tipo de experiencia previa. Buscamos un asesor y estudiamos todas las plataformas y los casos de éxito de proyectos similares. Analizamos los patrones que se repetían en los casos de éxito de proyectos similares y empezamos aplicarlo en nuestra campaña. Sabíamos que era un reto importante, ya que las muletas no son un producto que se venda mucho online y en ocasiones se necesitan en el momento. conseguimos el apoyo de 300 mecenas y vendimos anticipadamente unas 400 muletas. Al final, conseguimos casi 22.000 euros gracias a Kickstarter”.

Actualmente, la empresa cuenta con una plantilla que supera a las 30 personas y tienen más de cien productos en el mercado vendiendo en más de 30 países. A la sede principal, emplazada en Valencia, se suma una sede en Delaware (Estados Unidos).

5. Wattio. Con Ulule consiguió un 165%

“Decidimos optar por una campaña tipo reward (recompensa) en Ulule para lanzar la producción de nuestros primeros dispositivos de hogar conectado. Necesitábamos financiación en un punto en el que el producto aún no era físico y su alto grado de innovación hacía que el riesgo fuera muy alto. Premiábamos a los inversores con un pack, antes de que saliera al mercado y con un precio muy inferior al que se iba a comercializar. El crowdfunding no es sólo financiación, aporta mucho más valor: Nos proporcionó la opción de testear el mercado. en un sector tan innovador, la confianza de saber que gustas al mercado no te lo aporta la financiación tradicional”, subraya Patxi Echeveste, fundador y CEO de Wattio.

“La campaña se lanzó en 2013 y ese mismo año –continúa Echeveste– ya estábamos enviando los primeros packs, ya que fue financiada con éxito en un 165% (8.271 euros de los 5.000 iniciales). El proyecto fue muy educativo desde el punto de vista de comunicación y marketing, y nos ayudó a ordenar nuestras ideas, a aprender a priorizar y a destacar los conceptos que mejor representan Wattio. Nos sirvió para hacer una reflexión sobre cuál era la forma óptima de comunicar nuestra propuesta de valor. Teníamos un proyecto con mucho potencial y pusimos énfasis en comunicarlo de forma sencilla, para que esa misma cualidad se extrapolase a un producto que inicialmente puede parecer complicado. Los rewards los decides tú, siempre con el asesoramiento de Ulule, si lo necesitas. Las contribuciones, en nuestro caso, casaban con los productos que ofertábamos: desde 35 euros, a nivel particular, hasta los 7.200, para empresas que quisieran el producto con su propia marca”.

6. INDI Marketers. Para financiar inversiones a corto y largo plazo

“Hemos crecido muy rápido y nos ha costado financiar nuestro crecimiento en los primeros años, especialmente con la banca tradicional que, al no tener histórico ni una facturación muy elevada, no pasábamos los filtros de sus departamentos de riesgos en algunas de las operaciones que nos proponían”, afirma Sebastián Escudero, CEO de Indi Marketers.

¿Solución? Acudir al crowdfunding. “Trabajamos con dos plataformas innovadoras que nos resuelven dos de los problemas que tiene cualquier empresa que nace. MyTriplea nos ayuda en nuestras necesidades de financiación a largo plazo para las inversiones que estamos haciendo en el lanzamiento de nuestro portal Martechforum.com, una guía especializada en tecnología aplicada al marketing y la gestión empresarial. Y Finanzarel nos ayuda en nuestro negocio principal con adelanto de facturas para no tener problemas de circulante y poder trabajar en proyectos que de otra manera no podríamos financiar porque requieren adelantar gastos que una empresa joven y de nuestro tamaño no podría permitirse. Ya llevamos varios años con esta fórmula y nos resulta muy ágil y barato trabajar con ellos, ya que los inversores ya nos conocen y confían en el pago de nuestros clientes”, explicaba Escudero, confesando a la vez: “al principio, me costó convencer a nuestro director financiero para que probásemos con el crowdfunding para un crédito a largo plazo. Se trató de una cantidad pequeña para conocer el proceso. La experiencia fue tan buena que hemos hecho una segunda operación. Una vez conseguida la financiación, el dinero se devuelve a los inversores en pagos mensuales, como si pagaras un crédito a cualquier entidad financiera”.

7. ViaXpress. La alternativa bancaria a las líneas de descuento

“Nuestro sistema habitual de trabajo es el prepago, por lo que no tenemos necesidades de tesorería especialmente grandes. Pero sí hay momentos en los que aparecen ciertas tensiones cuando llega, por ejemplo, el pago de impuestos. Hasta ahora, habíamos estado utilizando financiación bancaria como líneas de descuento. El sistema tradicional de anticipo de dinero tiene un problema: que antes incluso de empezar, ya te has gastado un dinero entre notarios, comisiones, etc. Cuando descubrimos Circulantis, nos pareció una idea estupenda”, aseguraba Eugenio Ciscar, director financiero de ViaXpress.

Grandes diferencias

“Previa a la salida al mercado de Circulantis –recordaba Ciscar–, hicimos una operación con un banco por la necesidad de descontar un pagaré de un cliente. El banco nos obligó a abrir una línea de descuento. Eso implicaba una comisión bancaria de apertura de la cuenta, una notaría, más los costes habituales del descuento del papel. A los seis meses, esa línea había prescrito. Si hubiéramos necesitado hacer otro descuento, tendríamos que abrir otra línea de descuento. Con Circulantis se fija unos tipos de interés y una comisión muy controlada e infinitamente menor a la que nos cobra el banco. También la operativa con Circulantis es más sencilla. Les mandas la copia del documento (pagaré) escaneada. Circulantis te dice si el que ha emitido el pagaré es fiable. Si aceptan, inmediatamente te ingresan el dinero. Después Circulantis se encarga de la subasta del pagaré entre los inversores de la plataforma. Otra ventaja es que el dinero recibido a través de este sistema no computa como deuda en el CIRBE (Central de Riesgos del Banco de España), por lo que no penaliza otras negociaciones. Ya no estamos trabajando con banca en el descuento de pagarés”.

8. Pigment Recover. Cuando lo que se valora es la solvencia profesional

“La misión de nuestra empresa empezó orientada a grandes clientes, cuyos sistemas de pago son una fuerte barrera de entrada para empresas pequeñas como la nuestra. La mayoría de empresas pequeñas no pueden soportar los plazos de pago y desisten. Primero acudimos a los bancos. Ninguno nos daba facilidades. Los socios teníamos pocas posibilidades de endeudamiento sin avales y las herramientas que nos ofrecían eran viejos métodos de financiación como pólizas, créditos, créditos hipotecarios…”, recuerda Albert Gràcia, CEO de Pigment Recover.

Enormes facilidades

Para Gràcia, “el crowdfunding se basa en gran parte en la fiabilidad del pagador, independientemente de tu solvencia financiera. Lo que valoró Finanzarel fue nuestra solvencia profesional, nuestras garantías profesionales en las que se apoyaban nuestros clientes y que garantizaba el cobro de nuestros servicios. La facilidad de la plataforma y el proceso en general, los costes más bajos de financiación, las bajas retenciones según la clasificación de mis clientes y, sobre todo, la adaptabilidad a nuestras necesidades en algún caso fueron decisivos en nuestra selección final. Trabajar con ellos no ha supuesto cambios en nuestros procesos de facturación, ya que la plataforma también permite adaptarse a las características del cliente. Cuando subes un documento de cobro a la plataforma, ya sea una factura, un contrato, un pagaré, un cheque, etc., dependiendo del tipo de cliente y del plazo de cobro del documento sabes qué porcentaje de interés puedes pedir. Incluso en ese punto puedes ser dueño de tu propia financiación y decidir cuánto estás dispuesto a pagar de intereses. El inversor también es libre de pujar por tu documento o no. El inversor recibe el porcentaje estipulado. La plataforma cobra una comisión e intermediación muy baja en relación al importe total del documento, ya que además recibe una parte de los intereses cobrados por su cliente”.

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