Hamelyn es un marketplace de artículos de segunda mano cuyos creadores, Valentín Izquierdo y Federico Aguilar, han conseguido que la compraventa de artículos de segunda mano esté a la altura de los tiempos. Y no sea necesario, ni recurrir a la venta de libros al peso, ni echar mano de plataformas de clasificados, como Milanuncios o Wallapop, donde es preciso crear fichas de producto, poner precios, chatear, e, incluso quedar físicamente para el intercambio de artículos.

Un proceso tedioso que estos dos emprendedores han simplificado. Así, libros, música o videojuegos son tasados al instante y su dueño recibe el pago en 24/48 horas. Pasan a recogerlos a domicilio de forma gratuita, una vez que están empaquetados, los reacondicionan y los ponen a la venta en poco tiempo. Y es que está integrada en los principales portales de comercio electrónico, tanto nacionales como internacionales, a través de los cuales vende sus productos por todo el mundo. De hecho, ha servido más de 200.000 pedidos, en 2023 a un total de 96 países, incluidos Kazajisán, las Islas Feroe o Guinea.

Parece simple, pero esta startup nació hace tres años “bajo la premisa de que, a diferencia de la experiencia de comprar cualquier producto online, que ha evolucionado espectacularmente desde la pandemia, el proceso inverso, es decir, vender cosas usadas, seguía dando pereza, cuando no era directamente una molestia”, explicó Valentín Izquierdo a este diario.

El negocio mezcla lo mejor de la tecnología y la logística más actual

Estos dos emprendedores han querido mejorar esa experiencia con una mezcla de tecnología y logística, “para hacer que se asemeje lo máximo posible a la que tenemos cuando compramos algo: que sea fácil, rápido y cómodo”. Amigos de la infancia, ambos han tenido siempre inquietudes emprendedoras. Y aunque los dos trabajaban en empresas privadas, decidieron dejarlo para poner en marcha Hamelyn a inicios en 2021. Y la aventura no les ha salido mal, pues al cierre del tercer año de actividad suman ya una facturación de tres millones de euros.

No obstante, ambos se ríen cuando se recuerdan a sí mismos yendo a recoger cajas de libros con su propio vehículo, al domicilio de personas con las que habían pactado un precio a ciegas, y subiendo después dichos ejemplares manualmente a los portales de venta. “Eso sí, lo que comprábamos se vendía sin problemas. Por eso vimos una oportunidad de negocio”. Oportunidad que les llevó a alquilar un trastero cuando ya no les cabían más libros en casa, y que hoy llena una nave de más de 5.000 metros cuadrados en Coslada (Madrid).

Al inicio, se centraron en la compraventa de libros. Una categoría de producto muy particular por muchas razones. “Vimos que había competidores muy grandes en otros países vendiendo libros de segunda mano, mientras que en España y Latinoamérica no había nadie, siendo el castellano uno de los idiomas más hablados del mundo”, explicaron ambos emprendedores. Además, el libro pierde poca funcionalidad con el uso, a diferencia de la ropa u otros productos, por lo que la oferta está altamente fragmentada y se almacena y viaja bien.

Ambos emprendedores están haciendo pruebas con otras referencias: herramientas, electrónica, equipamiento deportivo, productos para bebés…

No obstante, ambos emprendedores están haciendo pruebas con otras referencias, como herramientas, electrónica, equipamiento deportivo o productos para bebés. “Hamelyn ha nacido para profesionalizar un mercado y una experiencia que vemos altamente mejorable, y que creemos que ha llegado el momento de que cambie. Queremos llegar a ser la app de referencia que los usuarios usen para vender cualquier cosa que no necesiten de forma fácil, rápida y sin complicaciones”.

La plataforma tiene integraciones con varios canales, como Amazon, eBay, Casa del Libro o Fnac, entre otros. No son acuerdos particulares, sino integraciones propias con sus sistemas para tener sus más de 500.000 referencias visibles en dichos marketplaces. Unas plataformas a las que compensa trabajar con Hamelyn, “porque de ese modo amplían su oferta de forma considerable”. Eso quiere decir que la persona que entre en su portal para buscar un producto tiene muchas más posibilidades de encontrarlo. “No sólo eso, sino que al ser una empresa que trabaja a escala, el servicio tanto de entrega como de postventa que ofrecemos a los compradores es altamente profesional, en contraposición al que obtienes comprando el producto a un particular”.

La innovación principal viene de dar un precio instantáneo de compra al cliente. “La persona que vende sabe siempre lo que va a recibir por sus artículos, y además que los tiene vendidos al instante, no tiene que gestionar la venta de principio a fin, o hacer el envío a una empresa que te pague cuando se produzca la venta. Eso no ocurre cuando compramos y, por lo tanto, consideramos que no debe ocurrir cuando vendemos”, explicó Valentín Izquierdo.

Hamelyn ha contado con la inversión de Juan Roig, el fundador de Mercadona

Y al eliminar esa fricción a la hora de vender los objetos usados, han desbloqueado un mercado adicional insospechadamente grande, que es el de todos aquellos productos que el ciudadano guarda en casa y que tienen un valor en el mercado secundario. De manera que la respuesta ha sido muy buena, según sus responsables, “por las dos partes: tanto aquellos que venden como quienes compran. Lo cual explica que las reseñas en las diferentes plataformas sean muy positivas. Nos escogen precisamente porque vender con nosotros es casi tan fácil como donar, y además los usuarios ganan un dinero extra, unos 40-50 euros de media”.

En cuanto al perfil de sus clientes, el retrato-robot es muy variado. “Usan Hamelyn por diferentes motivos. El primero es liberar espacio en casa, el segundo es ganar algo de dinero extra y el tercero es la sostenibilidad y el querer volver a poner en circulación los productos en lugar de tirarlos y que acaben en vertederos. Y el cliente que compra también es muy variado, pues es todo aquel que entre en Amazon a comprar un libro”.

Habiendo nacido gracias a las aportaciones iniciales de amigos y conocidos, hasta el momento han conseguido además el apoyo de inversores como Cabiedes&Partners, Itnig Fund o Angels Capital, la sociedad inversora del fundador de Mercadona, Juan Roig. “De momento, tenemos ya muy cerca la rentabilidad y no precisamos de más capital, al menos para la operativa normal. Otra cosa sería algún escalón superior”, concluyó Valentín Izquierdo, para quien el éxito de Hamelyn se debe a una tripleta de motivos: un catálogo sumamente extenso, un precio bastante razonable y una gran velocidad en la entrega. “Aunque no vendamos desfibriladores, sí que es cierto que la gente busca la inmediatez. Y es capaz de pagar por tenerlo en 24 horas en lugar de 72”, concluyó.

Jaime Rodríguez

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