El dólar estadounidense subirá hasta 2030, según el veterano del mercado y analista económico Ed Yardeni, que afirma que la creciente narrativa de la desdolarización es exagerada.

En un comunicado publicado el pasado lunes, Yardeni brinda cinco razones por las que espera que el dólar prolongue su tendencia alcista a largo plazo desde que tocó fondo en torno a los 75 dólares en 2011, basándose en el índice del dólar estadounidense, que mide el dólar frente a una cesta de divisas mundiales.

Un dólar estadounidense fuerte tiene grandes implicaciones para el movimiento del dinero y las cotizaciones bursátiles en todo el mundo.

Mientras que los consumidores estadounidenses pueden beneficiarse de un dólar más fuerte a través de un mayor poder adquisitivo, las empresas internacionales suelen ver suprimidos sus beneficios al convertir sus ganancias extranjeras derivadas de diferentes monedas en menos dólares estadounidenses.

Y los menores beneficios empresariales debidos al fortalecimiento del dólar pueden presionar a la baja las cotizaciones bursátiles.

Eso no quiere decir que los precios de las acciones no puedan subir en medio de un fortalecimiento del billete verde.

El índice del dólar estadounidense ha subido un 39% desde su mínimo de abril de 2011, mientras que el S&P 500 ha subido un 312% durante el mismo período de tiempo. Y desde diciembre de 2020, el dólar estadounidense ha subido un 13%, mientras que el S&P 500 ha subido un 51%.

«La fortaleza del dólar estadounidense ha sido una característica clave del mercado alcista pospandémico», destaca Yardeni.

Estas son las cinco razones por las que Yardeni espera que el dólar estadounidense se fortalezca durante el resto de esta década.

1. La política monetaria

El dólar estadounidense se ha debilitado en las últimas semanas al bajar los tipos debido a las perspectivas de importantes recortes de los tipos de interés a finales de año. Pero Yardeni cree que el mercado se adelantó en lo que respecta a los recortes de los tipos de interés, y si ese es el caso, el dólar estadounidense debería fortalecerse.

«Las elevadas expectativas de recortes de entre 100 y 125 puntos básicos en el tipo de los fondos federales durante los próximos seis meses han contribuido a hundir toda la curva de rendimientos del Tesoro. Esperamos que los funcionarios de la Fed hagan retroceder estas expectativas si la próxima tanda de indicadores económicos supera las expectativas, como esperamos», señala Yardeni.

2. Un yen volátil

Se ha producido un aumento de la volatilidad del yen tras la sorpresiva subida de los tipos de interés por parte del Banco de Japón y la posterior liquidación de las operaciones de carry trade.

Sin embargo, una vez que la volatilidad disminuya y el yen se estabilice, el dólar estadounidense debería beneficiarse, según Yardeni, que ve un posible catalizador para ello este viernes.

«Los operadores han estado vendiendo dólares para comprar yenes antes de la comparecencia del gobernador del Banco de Japón, Ueda, en el Parlamento japonés el viernes. El yen avanzó aproximadamente un 1,0% frente al dólar el lunes, ya que los fondos de cobertura redujeron rápidamente sus posiciones cortas en yenes, según los datos de futuros y opciones de la CFTC».

3. Sorpresas económicas

En las últimas semanas, se han producido algunos contratiempos en la economía estadounidense, provocados principalmente por el débil informe de empleo de julio y el aumento de la tasa de desempleo.

Pero Yardeni atribuye gran parte de la debilidad de julio al huracán Beryl, que fue muy perjudicial para Texas, con inundaciones y cortes de electricidad.

Con estos problemas en el retrovisor, la economía de Estados Unidos debería recuperarse, añadiendo otro catalizador para la subida del dólar.

«A medida que desaparezca el impacto del huracán Beryl en los indicadores económicos, esperamos que el índice Citigroup Economic Surprise se recupere en las próximas semanas. Eso debería apoyar los rendimientos de los bonos a largo plazo, impulsando al dólar», explica Yardeni.

4. Tensiones geopolíticas

Según Yardeni, si aumentan las tensiones en Oriente Medio, el dólar debería subir.

Esto se debe a que la divisa estadounidense es un activo refugio de primer orden para los inversores de todo el mundo.

«Una escalada de las tensiones entre Israel e Irán haría subir los precios del petróleo, los rendimientos de los bonos y, por tanto, el dólar. Pero una escalada severa fomentaría una huida hacia activos refugio, elevando los precios de los bonos y subiendo el dólar simultáneamente», apostilla el experto.

«La guerra entre Rusia y Ucrania se puede jugar de manera similar, con Ucrania amenazando ahora la producción energética rusa», según Yardeni.

5. Fuerte demanda de inversores extranjeros

Los inversores extranjeros no se cansan de comprar deuda estadounidense, ya que sigue ofreciendo rendimientos considerables en inversiones esencialmente sin riesgo. Los extranjeros convierten sus divisas en dólares para comprar bonos del Tesoro, lo que aumenta todavía más la demanda de dólares.

«En los 12 meses transcurridos hasta junio, los inversores extranjeros se han hecho con 451.000 millones de dólares en bonos del Tesoro a largo plazo, otros 318.000 millones en bonos corporativos estadounidenses y 168.000 millones en acciones», desglosa Yardeni.

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