El oxígeno y el ozono mejoran y desinfectan el agua en general y en particular la utilizada en el riego agrícola. Si, además, ambos gases se aplican en forma de nanoburbujas, el resultado es más eficiente, sostenible y económico que el que se obtiene con los tratamientos tradicionales en busca de los mismos resultados. De hecho, aplicando esta tecnología es posible ahorrar casi en su totalidad el uso de fungicidas y pesticidas y un porcentaje significativo en fertilizantes.

Con el aporte extra de nanoburbujas de O2 y O3 en el agua para mejorar su calidad, la salud de la tierra también se beneficia, de modo que el rendimiento de los cultivos aumenta y multitud de enfermedades agrícolas se previenen.

A más calidad del agua, mejores cultivos

En Nano-Technology, una división especializada de Ozonotec Eco, llevan años investigando esta rama de la biotecnología e innovando en el diseño y la fabricación de equipos híbridos que unifican la mayoría de las técnicas utilizadas para el tratamiento de agua de riego y la eliminación de multitud de patógenos.

Sus avances se hacen patentes en unas máquinas generadoras de burbujas de oxígeno y ozono de entre 70 y 120 nanómetros de tamaño. Son 2.500 veces más pequeñas que un grano de sal y precisamente por ser diminutas encierran tanto valor.

Y es que, mientras las burbujas grandes suben a la superficie y estallan, las nanoburbujas son estables, de flotabilidad neutra, de modo que permanecen en el agua suspendidas durante semanas sin subir a la superficie y liberar sus gases.

Además, su carga superficial negativa y su naturaleza hidrofóbica les permite separar físicamente pequeñas partículas y aislar del agua gotas de grasas, aceites, tensioactivos y coloides, entre otros contaminantes.

Con todo esto, los beneficios para el agricultor de utilizar un sistema híbrido en los cultivos están servidos: «Es un potente fungicida ecológico, previene enfermedades, elimina nematodos (Batatilla), limpia automáticamente los goteros», enumera Manuel Gámez, CEO y asesor técnico de Nano-Technology. Y continúa con la lista: «Suelos más esponjosos, neutralización de gran parte de las sales en el agua de riego, regulación del PH, más oxígeno en el agua, más salud, mayor producción, más volumen y mejor sabor».

Adecuada para todo tipo de agricultura

La innovación de Nano-Technology se adapta a todo tipo de agricultura. De hecho, el responsable considera que esta es su principal cualidad: «Un mismo equipo puede ser utilizado en todo tipo de agricultura, bien sea convencional, ecológica, biológica o hidropónica; además de para riego o para tratamiento foliar».

También puede utilizarse en otros campos distintos del cultivo agrícola, como es el tratamiento post cosecha para la desinfección y eliminación de bacterias como la e-coli o para neutralizar o reutilizar aguas sucias residuales, realizando un tratamiento terciario o superior.

En cualquier caso, es una tecnología sostenible, versátil y adecuada para todo aquel que precise tratar un agua en mal estado, un riego agrícola con un agua de baja calidad o para todo aquel agricultor que pueda tener problemas de enfermedades por hongos o de nematodos en sus cultivos de riego por goteo, principalmente de invernadero.

¿Otro punto a su favor? Que el proceso de instalación de estos equipos generadores de nanoburbujas está diseñado para que sea fácil y rápido. «Se basa en realizar dos tomas de agua de una pulgada, después de la bomba y los filtros, en la salida hacia el riego. Una es para suministrar agua al conjunto donde se trata con nano burbujas de ozono u oxígeno y la otra toma es para devolverla a la conducción de riego», explica Manuel Gámez.

En cuanto al mantenimiento, dice que no tiene nada de especial, «solo supervisar que los filtros de toma de aire estén limpios y que no haya ninguna fuga de aire, oxígeno u ozono. Esto lo hace normalmente el mismo agricultor».

A partir de ahí, el agricultor con un mismo equipo puede inyectar ozono en el agua de riego para desinfectar de hongos y nematodos el suelo y las raíces. Con ello previene y elimina multitud de enfermedades típicas de la agricultura intensiva , en especial las fúngicas y de nematodos.

«A continuación u otro día —añade Manuel Gámez—, puede ponerlo en modo oxígeno y al mismo tiempo que realiza fertirrigación o aporta los nutrientes, está inyectado una importante cantidad de O2 el agua, mejorando su calidad y por lo tanto la del suelo y la planta, que le da más vitalidad; y todo ello sin neutralizar ni deteriorar los nutrientes que se suelen aportar a las plantas».

Con el impulso de Cajamar Innova

Vistas los buenos resultados que aporta esta tecnología a los cultivos, así como su facilidad de instalación, uso y mantenimiento, podría parecer que el proceso de diseño y fabricación de los equipos ha sido rápido y sencillo. Sin embargo, innovar no es fácil. Si fuera así, todas las empresas lo harían.

En el caso de Nano-Technology, Manuel Gámez señala lo más complejo: «Ha sido poder trabajar en línea y en la zona de presión sin depósitos, para agilizar la instalación, reduciendo tamaño y costes, ya que no necesitamos depósitos intermedios para tratar toda el agua (como suele hacer la competencia). La misma centralita de riego del cliente puede activar/desactivar los modos de trabajo o todo el equipo».

Para solventar estas y otras dificultades, el CEO reconoce el impulso que ha recibido su proyecto al participar en el tercer programa de aceleración de Cajamar Innova. «Fue muy útil y gratificante. Nos dio técnicas y directrices que desconocíamos para poder crecer de forma lógica y progresiva»; y aplaude el trabajo que se lleva a cabo desde este ecosistema de impulso a la innovación en torno a la alta tecnología del agua: «La labor es muy positiva, ayudando a encauzar en esta área tan necesitada de nuevas ideas para la mejora y aprovechamiento de todo lo relacionado con el agua en general, ya sea para consumo directo o para su utilización en el riego agrícola».

Hoy, Manuel Gámez reconoce que lo más gratificante del recorrido de Nano-Technologies es ver que eliminan enfermedades de los cultivos, limpiando los goteros y suprimiendo casi del todo el uso de los pesticidas. Y todo esto, obteniendo más y mejores productos.

Con esta buena sensación, tiene claro el objetivo de la empresa cara al futuro: «Crecer de forma constante, de forma progresiva pero sin estridencias, poco a poco, aunque ya estamos trabajando con nuevos distribuidores en Portugal y en Italia».

Pilar Ponce de León

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