Algunos trabajadores quieren ganarse el reconocimiento de sus jefes con meras apariencias.
Según revela una nueva encuesta, los empleados de las empresas fingen que realizan algunas tareas para parecer más productivos. Estos resultados no son de extrañar en un contexto laboral en el que muchas empresas están llevando a cabo recortes de personal y se están fijando más en la eficiencia y la rentabilidad de las compañías.
La encuesta realizada por Visier –una empresa que analiza datos de la fuerza de trabajo– a 1.000 empleados estadounidenses muestra que el 43% de los encuestados dedica más de 10 horas a la semana al «teatro de la productividad».
Según Visier, este tipo de trabajo performativo se refiere a las tareas que los empleados realizan para aparentar que están ocupados en lugar de dedicar realmente su tiempo a cosas valiosas. Entre esas tareas están la de asistir a reuniones innecesarias o dedicar un tiempo excesivo a los procesos administrativos.
El teletrabajo es un factor clave en este «teatro de la productividad». Según la encuesta, casi la mitad de los empleados con un modelo híbrido –aquellos que dividen su jornada laboral entre la oficina y el hogar– dedican más de 10 horas a la semana a fingir que trabajan más de lo que realmente hacen. El 35% de los trabajadores remoto afirma hacer exactamente lo mismo.
Según los resultados, en una semana laboral media, cerca de la mitad de los empleados de una organización dedica 1,25 días al trabajo performativo en lugar de dedicarlo a tareas realmente significativas.
Entre las actividades que los trabajadores hacen para aparentar que son productivos se incluyen la de responder a los correos electrónicos o a las comunicaciones internas muy rápido, programar correos para el futuro o asistir a reuniones innecesarias. Más del 80% de los encuestados afirman haber realizado al menos una de estas actividades en los últimos 12 meses.
Una de las principales motivaciones del «teatro de la productividad» es el deseo de parecer más valioso para los jefes y la empresa, independientemente de si el trabajo que se hace es útil o no. También el miedo a perder la seguridad del puesto de trabajo es otro factor que explica por qué los trabajadores se afanan en ser visibles dentro de la empresa y parecer ocupados todo el tiempo.
Los despidos masivos de las grandes empresas estadounidenses y los recortes de plantilla de otras muchas compañías han intensificado el miedo de los trabajadores a perder sus empleos.
Meta ha recortado más de 20.000 puestos de trabajo en los últimos 6 meses, Amazon ha anunciado planes para despedir a casi 30.000 trabajadores y Goldman Sachs aseguró que dejaría marchar a 3.200 empleados este año.
Otra reciente encuesta de Insight Global a más de 1.000 trabajadores —en su mayoría de profesiones de oficina— reveló que el 78% de ellos estaba preocupado por la posibilidad de perder su empleo debido a la incertidumbre del clima económico. Más de la mitad también afirmaba que aceptaría un recorte salarial antes que ser despedidos.
Las modalidades de trabajo híbrido y remoto también han influido en la preocupación de los empleados por el factor de «proximidad».
El deseo de los jefes de volver a la presencialidad aumenta la tensión sobre la productividad de aquellos que no acuden a la oficina con regularidad, ya que podría dar lugar a que no se les tenga en cuenta para las oportunidades de progresión profesional, o por el contrario, sean considerados para ser despedidos.
La solución para paliar este temor y aumentar la percepción de trabajo duro sería este «teatro de la productividad».
En 2022, una encuesta de Microsoft realizada a 20.000 personas en 11 países mostró que el 85% de los directivos consideraba que el cambio al modelo híbrido significaba no saber realmente lo productivos que eran sus trabajadores. Esto ha dado lugar a la «paranoia de la productividad», donde los jefes están constantemente pendientes de que sus empleados sean eficientes.
Microsoft utilizó sus propias herramientas de trabajo, incluido Teams, para comprobar si los empleados remotos e híbridos trabajaban más o menos. Los resultados dejaron ver que, de media, el número de reuniones semanales de Teams había aumentado un 153% para el usuario medio desde el inicio de la pandemia, un indicador de que la carga de trabajo ha aumentado.
La compañía también descubrió que los empleados realizaban otras tareas durante las reuniones virtuales, como responder correos electrónicos o mandar mensajes.