Gucci cambia la pasarela por el cine en un corto con la flor y nata de Hollywood
En Milán, donde se celebra actualmente la icónica Fashion Week de la capital lombarda, Gucci ha cambiado este año la pasarela por la pantalla grande. La firma italiana levantó allí esta semana el telón de The Tiger, un ambicioso cortometraje rubricado por Spike Jonze y Halina Reijn cuyo rutilante elenco es digno de Oscar y de las mejores alfombras rojas. Protagonizan el nuevo proyecto cinematográfico de Gucci Demi Moore, Edward Norton, Elliot Page, Keke Palmer, Ed Harris y Alia Shawkat.
The Tiger constituye el debut del Demna Gvasalia como director creativo de Gucci y para inaugurar la que se presume como una nueva y fructífera etapa para la reputada firma italiana el diseñador de origen georgiano se ha decantado por el lenguaje universal del séptimo arte, un lenguaje que se ajusta, al fin y al cabo, como un guante a la moda.
Aun cuando The Tiger es cine en estado puro, es también moda elevada a la máxima potencia. Y las 37 siluetas de las prendas que forman parte de la nueva colección de Gucci «La Famiglia» se pasean con sumo garbo por el metraje.
Gucci ha alumbrado así una primorosa pieza de cine arte donde la historia, la atmósfera y la emoción priman sobre el producto. Y lo que podría ser a boto pronto un anuncio al uso es elevado a la categoría de arte.
No es en todo caso la primera vez que la moda se arroja en los brazos del séptimo arte. Consciente de que necesita forjar nuevas alianzas para mantener y expandir su aura cultural, el cine ha hallado un excepcional aliado en el universo de lujo. Saint Laurent cuenta, por ejemplo, con un área especialmente consagrado a las producciones cinematográficas. Y también Chanel y Prada han incursionado igualmente en el séptimo arte. Sin embargo, las ambiciones cinematográficas de Gucci parecen ir un paso más allá.
Cuando fue director creativo de Balenciaga, Demna Gvasalia ya subvirtió los códigos de la moda con poderosas narrativas visuales y el fichaje de «celebrities» como Kim Kardashian y ahora, en su nueva andadura profesional al frente de Gucci, el georgiano vuelve a repetir la jugada reemplazando la publicidad por una ficción inmersiva de impecable factura cinematográfica. Para Gucci es una forma de dejar claro que su identidad cultural va mucho más allá de un simple logo.
Gucci no atraviesa actualmente por su mejor momento y su crecimiento se ha ralentizado notablemente ante la creciente pujanza de firmas como Louis Vuitton, Dior, Loewe o Miu Miu. Apostar por el cine es para Gucci una forma de cambiar las reglas del juego y tratar de remontar el vuelo en un momento en el que la comunicación tradicional ya no es suficiente.
