El concepto de “trabajo ideal” es como el amor.

Unos aseguran que existe… y otros lo niegan y piensan que es un mito. Pero todos (incluso los más escépticos) hemos aspirado a encontrarlo en algún momento.

Y si has hecho clic en este post, significa que tú ahora mismo estás buscando tu media naranja laboral.

Entonces estás en el sitio correcto, porque aquí te explicamos qué características debe cumplir tu trabajo ideal y cómo encontrarlo.

Pero antes tenemos que contarte otra cosa…

✅ Qué características debería cumplir tu trabajo ideal (ojo, quizá no es lo que estás pensando)

Vamos a ser francos contigo.

Si para ti un “trabajo ideal” es aquel donde no hay días malos, y todas las mañanas te levantas deseando sentarte frente al ordenador… sentimos decírtelo, pero eso no existe.

Todos los trabajos tienen inconvenientes (igual que todas las parejas discuten de vez en cuando). Siempre habrá:

  • Días complicados.
  • Tareas repetitivas que no te apetezca hacer.
  • Momentos de mucho estrés, e incluso de frustración.

Desde nuestro punto de vista, tu trabajo ideal es aquel en el que:

  • Los puntos positivos superan a los negativos.
  • Los días malos son la excepción, no la regla.
  • Te hace sentir realizado y no lo cambiarías por ningún otro (incluso aunque haya momentos difíciles).

De nuevo, es como en el amor: no se trata de encontrar a la persona perfecta (eso no existe), sino a aquella que te haga feliz con todas sus cualidades y defectos.

Ahora bien, hay algunas condiciones que tu trabajo debería cumplir sí o sí.

1. Te motiva

Monotonía.

Hastío.

Apatía.

Tres adjetivos que no encajan para nada con el concepto de “trabajo ideal”.

Tu profesión debe hacerte vibrar. Debe motivarte a dar lo mejor de ti, a seguir aprendiendo cada día y evolucionando como profesional.

Nos pasamos trabajando un mínimo de 8 horas al día, 40 horas a la semana (¡a veces incluso más!). Si durante todo ese tiempo, lo único en lo que piensas es en lo aburrido que estás y en las ganas que tienes de tirarte en el sofá y ponerte a ver Netflix… todo apunta a que ese trabajo no es el adecuado para ti.

2. Se adapta a tu estilo de vida

Si en tu profesión:

  • Lo tienes muy complicado para conciliar (y pasar tiempo de calidad con tus hijos, llevarlos al colegio, hacer excursiones los fines de semana, etc.).
  • No te da tiempo a hacer ejercicio y cuidar tu salud.
  • No coincides con tu pareja, ya sea en el día a día o los fines de semana

En definitiva, si tienes que adaptar tu vida personal a las condiciones de tu trabajo, así es muy difícil que seas feliz.

Lo ideal es que el trabajo se acomode a tu vida.

¿Imposible?

No si buscas una profesión que te ofrezca flexibilidad horaria y geográfica.

De esta forma puedes:

  • Escoger tus horarios: si te gusta entrenar por la mañana, o si tienes que llevar a tus hijos al colegio, empiezas a trabajar más tarde. Y si te surge un imprevisto a media mañana, haces una pausa y sigues luego.
  • Trabajar desde casa: lo que te permite cuidar de tus hijos, pasar más tiempo con tu pareja… eso por no hablar de todo el tiempo que ahorras al no tener que ir y volver a la oficina.

Pero hay más.

3. Cada día te trae nuevos retos

¿Qué ocurre cuando tu trabajo consiste en repetir una y otra vez las mismas tareas? ¿Cuando ya apenas tienes que esforzarte para hacerlo?

Pues que te aburres, claro.

Un buen trabajo te empuja a afrontar nuevos retos y te pone frente a frente con proyectos que se salen de tu zona de confort.

Esos retos te mantienen alerta. Te obligan a superar tus límites y a seguir aprendiendo. Y además, te permiten demostrarte a ti mismo de lo que eres capaz.

Si no tienes nuevas cimas que escalar, con el tiempo acabarás ahogándote en la monotonía y perderás la motivación (y como te decíamos, eso no es compatible con el concepto de “trabajo ideal”).

4. Te empuja a asumir responsabilidades y tomar decisiones

Asumir responsabilidades da mucho miedo, pero también es algo que nos ayuda a crecer.

Tener un trabajo donde otros toman las decisiones por ti puede sonar cómodo, pero a la larga lo más probable es que te aburras (incluso que acabes frustrado, porque no podrás llevar a la práctica tus ideas).

En cambio, cuando tienes capacidad para tomar tus propias decisiones, eso aumenta tu autonomía y tu autoestima (tienes más confianza en ti mismo).

¿Alguna vez le has propuesto algo a tu jefe y ha rechazado tu idea de plano? ¿Cómo te sentiste? Seguro que no fue una experiencia nada agradable…

5. Ganas suficiente dinero para vivir holgadamente

Subsistir y vivir son cosas diferentes.

Si el dinero que ganas te da lo justo para pagar las facturas y el alquiler/hipoteca, así es muy complicado que seas feliz.

Lo ideal es que ganes suficiente dinero para poder invertir en ti y en tu ocio: tus aficiones, salir con tu pareja, viajar, etc.

✅ ¿Qué opción escojo? Emprender o trabajar por cuenta ajena

Ya hemos visto las características generales que debería tener tu trabajo ideal.

La siguiente pregunta es: ¿qué opción es mejor para ti? ¿Buscar ese trabajo por cuenta ajena, o construirlo tú mismo emprendiendo un negocio?

Vamos a analizar brevemente los pros y contras de cada camino.

1. Emprender un negocio

Opción 1: lanzas un negocio y te conviertes en tu propio jefe.

Desde nuestro punto de vista, las ventajas de emprender son muchas:

  • Es mucho más gratificante trabajar para ti mismo.
  • Tienes total libertad para tomar decisiones.
  • Te ofrece más flexibilidad (sobre todo si emprendes online desde casa).
  •  Puedes generar ingresos altos y recurrentes.
  • Al trabajar con varios clientes, los riesgos se reducen (aunque uno te falle, seguirás generando ingresos con los demás).

Pero por supuesto, también tiene partes negativas. Y es que montar un negocio propio implica:

  • Trabajar muchas horas, sobre todo durante los primeros meses.
  • Aprender sobre todo lo que implica llevar un negocio (captación de clientes, contabilidad, etc.).
  • No tener a nadie que te guíe y te ayude a tomar decisiones (aunque puedes buscar a un mentor).
  • Lidiar con la incertidumbre.

Si valoras la libertad por encima de todo, para nosotros esta es la mejor opción.

En cualquier caso, te dejamos un post donde analizamos más a fondo estas ventajas y desventajas de emprender.

2. Trabajar por cuenta ajena 

Ahora supongamos que optas por buscar empleo en una empresa.

Aquí las ventajas son:

  • Menos incertidumbre, porque sabes que todos los meses vas a cobrar un sueldo fijo (aunque siempre existe el riesgo de sufrir un despido).
  • Si tienes dudas, puedes apoyarte en tus compañeros y en tu jefe.
  • Solo tienes que dominar las tareas específicas de tu puesto.

¿Y las desventajas?

Pues también hay varias:

  • Tienes menos autonomía y capacidad para tomar decisiones.
  • Es más complicado encontrar un puesto con condiciones flexibles (todavía hay pocas empresas que te ofrezcan teletrabajo y libertad horaria).
  • Es más sencillo que se convierta en un trabajo repetitivo y monótono.

En este caso, la incertidumbre se reduce (pero tu libertad y tu autonomía también).

✅ 2 ejercicios prácticos para encontrar tu profesión ideal

Por último, vamos a ver algunos ejercicios que te ayudarán a encontrar un trabajo que cumpla con todas las características que hemos visto, y que sea perfecto para ti.

1. Mapa de sueños

El mapa de sueños es una herramienta que te ayuda a:

  • Visualizar tu vida ideal (y así definir las condiciones que debe cumplir tu trabajo para adaptarse a esa vida).
  • Mantener la motivación necesaria para hacer realidad esa meta.

¿Cómo se hace un mapa de sueños?

Para empezar, cierra los ojos y piensa cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de 5 o 10 años:

  • ¿Dónde vives? ¿Cómo es tu casa?
  • ¿Tienes pareja? ¿Mascota? ¿Hijos?
  • ¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas?
  • ¿Cuál es tu horario de trabajo?
  • ¿A qué dedicas tu tiempo libre?
  • Etc.

Luego busca imágenes que reflejen esa vida perfecta. Por ejemplo, si tu meta es tener las tardes libres para irte al parque con tus hijos, busca una foto de una familia jugando en el parque.

Todas estas imágenes las pones en un tablón o corcho (puede ser físico o digital) que veas todos los días.

Así, todos los días el mapa de sueños te recordará lo que quieres conseguir… y tendrás claro que tu trabajo ideal será aquel que te deje las tardes libres para pasarlas con tus hijos.

2. Ikigai

El ikigai es un método japonés muy popular, que te ayuda a identificar tu vocación a través de 4 preguntas:

  1. ¿En qué soy bueno?
  2. ¿Qué me apasiona?
  3. ¿Qué necesita el mundo?
  4. ¿Por qué estarían dispuestos a pagarme?

Al conectar las respuestas de estas 4 preguntas, emerge tu profesión ideal.

Por ejemplo, supongamos que:

  • Se te da muy bien la pintura.
  • Te encanta enseñar.
  • Mucha gente te ha preguntado si ofreces clase de pintura.

Entonces, ¿qué te parecería lanzar un curso de iniciación a la pintura para principiantes?

Este es solo un ejemplo muy simple, pero para profundizar más aquí te dejamos un post hablando a fondo sobre el ikigai.

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