Warren Buffett ha dado una clase magistral de cómo planificar la sucesión (y una lección de dramatismo)

Warren Buffett acaba de dar una clase magistral sobre la planificación de la sucesión con su propia floritura teatral, equilibrando su deseo de una salida sin percances y su afán por el dramatismo.
El célebre inversor sorprendió al mundo hace una semana cuando comunicó a un pabellón repleto de accionistas de Berkshire Hathaway su intención de dejar el cargo de consejero delegado a finales de año para dar paso a su sucesor, Greg Abel.
Años de preparación
El oráculo de Omaha lleva mucho tiempo preparando a sus accionistas para su jubilación como consejero delegado. Warren Buffett se ha pasado estos últimos 60 años transformando Berkshire Hathaway de una fábrica textil en quiebra a una empresa valorada en un billón de dólares.
El consejero delegado ha subrayado con frecuencia su avanzada edad en cartas a los accionistas y en entrevistas. También ha hablado de la capacidad de gestión de Abel y de su papel central en la gestión de Berkshire, e incluso lo ha comparado con su difunto socio, Charlie Munger.
«A sus 94 años, no pasará mucho tiempo antes de que Greg Abel me sustituya como consejero delegado y escriba las cartas anuales», escribió Buffett en la misiva de este año. Dijo que en los raros momentos en que abundan las gangas, Abel ha «demostrado vivamente su capacidad para actuar en esos momentos como lo hizo Charlie».
Buffett ha formado un equipo para sustituirle que incluye a Abel, el jefe de seguros Ajit Jain, los gestores de inversiones Todd Combs y Ted Weschler, y su hijo Howard. Su trabajo consistirá en preservar la cultura de Berkshire como presidente una vez que Buffett ya no esté.
El multimillonario filántropo también ha detallado que, a su muerte, sus acciones de Berkshire se depositarán en un fideicomiso para que sus hijos las destinen a buenas causas. Esta medida debería ayudar a evitar que un inversor activista se haga con sus acciones cuando ya no esté e intente desmantelar la empresa que construyó.
Los líderes de éxito preparan a sus empresas para cuando se retiran, explica a Business Insider Bret Bero, profesor adjunto de prácticas de gestión en el Babson College.
Buffett ha hecho mucho para preparar esta transición, pero en última instancia su «éxito se medirá» por cómo funcione Berkshire bajo la batuta de Abel, afirma Bero.
Suavizar el golpe
Buffett sabía que la noticia de su dimisión podía asustar a los inversores —las acciones de Berkshire cayeron un 5% el lunes—, así que se esforzó por tranquilizar a sus accionistas.
Tiene previsto seguir siendo consejero delegado hasta el año que viene, y continuar como presidente de Berkshire más allá de esa fecha, lo que indica que seguirá supervisando Berkshire y guiando a Abel durante algún tiempo más.
Buffett se ha comprometido a no vender ni una sola acción de su participación cercana al 14% en Berkshire, una posición valorada en más de 142.000 millones de euros. Defendió a Abel en el proceso, describiendo el movimiento como una «decisión económica» porque esperaba que a la empresa le fuera mejor con su sucesor.
Al comunicar su jubilación a los accionistas sin informar primero a Abel ni al consejo de administración de Berkshire (aparte de dos de sus hijos, que son consejeros) también envió el mensaje de que realmente valora la confianza que depositan en él y actúa en su interés.
«Es básicamente un agradecimiento a todos los accionistas que llevan mucho tiempo en la empresa», explica a Business Insider Jason Schloetzer, profesor asociado de la McDonough School of Business de la Universidad de Georgetown.
Al alejarse, Buffett puede haber pensado que seleccionar personalmente a Abel para sucederle ayudaría a ganarse a los accionistas de Berkshire. Ese enfoque evitó la norma corporativa de contratar a una consultora para que buscara candidatos externos por todo el mundo, afirma Larry Cunningham. Es director del Weinberg Center on Corporate Governance de la Universidad de Delaware y autor de varios libros sobre Buffett y Berkshire.
«Aquí tenemos un excelente plan de sucesión creado gracias a una profunda y larga reflexión», explica a Business Insider, añadiendo que «la mejor práctica para una empresa no es la mejor práctica para todas».
Un espectáculo
Puede que Buffett haya preparado a los accionistas de Berkshire para su jubilación, pero no ha podido resistirse a dar la noticia con un toque dramático.
Mantuvo la decisión en secreto, sin avisar con antelación ni a los miembros del consejo no pertenecientes a la familia ni a Abel, que se sentó a su lado en el escenario. Así limitó el riesgo de que su gran sorpresa se filtrara o estropeara y se aseguró de que tuviera el máximo impacto.
Respondió a preguntas durante casi cinco horas antes de soltar la bomba en sus comentarios finales y marcharse en medio de una gran ovación, echando por tierra el orden del día previsto. Fue el punto culminante de su sesión de preguntas y respuestas y de todo el fin de semana.
El hermetismo evitó «especulaciones o fanfarrias» de antemano, liberando a Buffett para centrarse en responder a las preguntas y «disfrutar del compromiso con los accionistas sin la sobrecarga de la sucesión», explica a Business Insider Macrae Sykes, gestor de carteras de Gabelli Funds.
«Siempre ha creado un gran y positivo teatrillo en Berkshire y esto se merecía otra actuación de Oscar, así como la consideración para un premio a toda una vida», añade Sykes.
Buffett es un «gran showman», explica a Business Insider Steve Hanke, profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins que lleva décadas enseñando valoración al estilo Buffett.
«Sabe que, o tú diriges el espectáculo o el espectáculo te dirige a ti», afirma Hanke, aludiendo al hecho de que, si Buffett hubiera dejado escapar la noticia antes de tiempo, la reacción de la multitud y el frenesí de los medios de comunicación habrían eclipsado cualquier cosa que dijera después.
Schloetzer también ha elogiado el estatus de icono de Buffett y sus dotes de marketing, afirmando que un «líder único consigue diseñar su propio final sorpresa».
«Ningún formulario al regulador o correo electrónico podría lograr un momento tan memorable», añade.